Las patronales de Caixabank, Santander, BBVA y Sabadell acusan a Sánchez de torpedear la recuperación con el impuesto a la banca
AEB y CECA ven la subida de tipos como una “normalización de la política monetaria” y aseguran que las entidades aun no se han beneficiado de ello
Los bancos son los grandes damnificados del debate de política general que se ha iniciado este martes en el Congreso de los Diputados. El anuncia de un nuevo impuesto a las entidades para recaudar 3.000 millones de euros en dos años ha provocado caídas en bolsa que han superado el 8%, y que se han llevado más de 5.000 millones de cotización en una sola sesión.
Pese al golpe, los bancos prefieren no pronunciarse directamente y esperar a tener más detalles de la medida. Pero las patronales del sector, AEB y CECA, sí ha emitido un comunicado en el que acusa a Pedro Sánchez de torpedear la recuperación económica de España y la competitividad fiscal de España, le acusan de improvisar y aseguran que la subida de tipos aun no está beneficiando a las entidades.
Ambas patronales han coincidido en que no conocen los detalles y la Asociación Española de Banca, que representa entre otros a Santander, BBVA y Sabadell, ha acusado a Sánchez de no informarles pese a estar en permanente contacto. También ha lamentado que los accionistas de las entidades, “muchos de ellos ahorradores”, ya han salido perdiendo por las bajadas en bolsa. El propio estado ha perdido 300 millones por la bajada de Caixabank, donde tiene un 16%.
José Luis Martínez Campuzano, portavoz de AEB, ha asegurado que la subida de tipos no se traduce “necesariamente en una mejora de la rentabilidad de los bancos ni en beneficios extraordinarios», sino que «puede provocar una menor actividad económica» por la subida de la inflación. Por ello, un impuesto dificulta todavía más la recuperación.
La CECA, que agrupa las antiguas cajas, como Caixabank, Unicaja y Abanca, ha asegurado que «la subida de tipos supone una normalización de la política monetaria, tras una década ultraexpansiva”, y que “no podemos anticipar su impacto neto en los balances de las entidades”. Además, ha apuntado que “es una medida que no contribuye a armonizar los regímenes fiscales dentro de la Unión Bancaria.”