Las marcas de fabricante pierden 1.200 millones desde 2008
La pérdida de valor se explica porque las marcas de fabricante generan "casi 10 veces más valor añadido" que la marca "blanca"
Se confirma el avance inminente de las marcas blancas. Y es que las empresas dedicadas a fabricar productos del gran consumo han sufrido una destrucción neta de 1.200 millones de euros en su Valor Añadido Económico (VAE) desde 2008 en el mercado interno.
¿La razón? El retroceso de las marcas de fabricante frente al avance de las marcas de distribución, más conocidas como marcas blancas.
Promarca, la asociación de fabricantes de marcas líderes de gran consumo, ha presentado este mismo martes en una rueda de prensa telemática una actualización de sus informes, con datos a 2020, sobre el impacto económico y social de estas enseñas. De esta manera, según sus citas, se explica ese fenómeno de pérdida de valor porque las marcas de fabricante generan «casi 10 veces más valor añadido» que la marca «blanca».
Otro dato: Según el estudio, liderado por el investigador Toni Seijo, solo en el año 2020 los fabricantes alcanzaron un peso del 7,7% en el Producto Interior Bruto (PIB) español frente al 2,4 % de las «blancas». Así, a pesar de esa pérdida de valor añadido anteriormente mencionada, las marcas de fabricante se siguen manteniendo por delante de las marcas blancas.
90% de todas las exportaciones del sector
Concretamente, ese 7,7% supone un «récord». Además, acaparan el 90% de todas las exportaciones del sector, que, específicamente, han crecido un 20% en los últimos cuatro años, según Promarca.
De esta manera, las ventas al exterior han ido creciendo progresivamente hasta alcanzar los 36.000 millones de euros en 2020, esto es, un 20% más que en 2016, ha recordado la entidad. En cuanto al tema del empleo, el informe resalta que, a pesar de la crisis, la marca de fabricante generó en el pasado año 2020 cerca de medio millón de empleos directos y alrededor de 800.000 indirectos, lo que supone 2,5 veces más que las marcas de distribución. Además, según el estudio, contribuyeron cada año con unos 12.000 millones de euros a las arcas públicas con impuestos directos e indirectos, lo que supone entre tres y cuatro veces más que las marcas propias.