Las manifestaciones de los empleados de Nissan se reavivan este sábado
Los trabajadores de Nissan insisten en que los barceloneses "vean el problema y la cantidad de personas implicadas en el cierre de las plantas"
Los trabajadores de la empresa japonesa Nissan mantienen las concentraciones en contra del cierre de la planta de Barcelona, anunciada oficialmente el jueves 28 de mayo. El objetivo de los empleados es que se revierta la decisión que ha dejado sin trabajo a los 3.000 puestos de trabajo directos y 20.000 indirectos. Durante esta semana, se han convocado tres manifestaciones con este motivo.
La primera movilización se produjo el martes 2 de junio a las 17 horas de la tarde. Los empleados decidieron manifestarse ante un concesionario de Renault, ya que es la empresa de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi que gestionará las plantas en Europa.
Se juntaron 300 trabajadores con gritos de «¡Guerra, guerra guerra, la Nissan no se cierra!» y «¿Dónde está? ¡No se ve, ese puto japonés!«, en referencia al presidente de Nissan. También se lanzaron huevos contra la fachada y engancharon carteles de protesta.
Las quejas iban dirigidas especialmente contra José Vicente de los Mozos, vicepresidente ejecutivo de Renault, a quien exigían una solución. Después de la concentración, los manifestantes se dirigieron a la autopista B-23 para cortar el tráfico.
Posteriormente, el jueves 4 de junio, tuvo lugar otra manifestación que se inició a las 10.30 horas de la mañana. Se convocó a los manifestantes para que acudieran con sus coches a la planta de Nissan más próxima a sus domicilios (Zona Franca, Sant Andreu o Montcada) y una vez allí se empezó una marcha lenta.
Ese día participaron un millar de vehículos provocando retenciones en los accesos de Barcelona en una marcha lenta que llegó hasta la avenida Diagonal, a la altura del consulado general de Japón.
Mientras que esta mañana de sábado 6 de junio se ha producido el último encuentro de la semana desde las 11 horas de la mañana. En este caso el motivo era visualizar a todas aquellas personas que han colaborado económicamente en la «caja de resistencia».
«Nissan tiene una obligación social y laboral con los trabajadores»
La mayoría de los asistentes han participado conscientes de que todavía existe la crisis sanitaria del coronavirus: con mascarilla y siguiendo todas las medidas de seguridad.
Y muchos de los empleados aprovechan para añadir camisetas y pancartas de protesta con mensajes como «2.000 familias. Nissan no se cierra» y en contra la cúpula de la multinacional y de Renault.
«El objetivo principal es que los barceloneses vean el problema y la cantidad de personas implicadas» que «no se pueden quedar en la calle «por lo que supondría para el tejido industrial catalán», según explicó esta semana a la agencia ACN Juan Carlos Vicente, presidente del comité de empresa.
«Nissan tiene una obligación social y laboral con los trabajadores, y también con Cataluña y con el Estado, porque ha recibido ayudas», recordó Vicente, que también señaló que el comité de empresa trabaja con la tesitura de que Nissan se quede y que sigan siendo «constructores». «Si se ha de revertir esta fábrica hacia otra tecnología que lo digan», añadió.