Las claves de la ‘transformación’ de Iberia

IAG mantiene los 7.000 despidos si los sindicatos no alcanzan un acuerdo para echar a 4.500 profesionales

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International Airlines Group (IAG) ha mostrado casi todas sus cartas en lo relativo al proceso de reestructuración, o de transformación, según el hecho relevante, de Iberia. El grupo propietario de la aerolínea española quiere menguarla un 20% para que dentro de tres años se registren retornos de hasta el 12%. Las cuentas tienen que mejorar en 600 millones. De no ser así, la continuidad de Iberia correría peligro, según ha dado a entender el consejero delegado, Willie Walsh.

Las medidas más contundentes son la presentación del barruntado expediente de regulación de empleo (ERE), la reducción drástica de la flota de media distancia, y el abandono de los negocios no rentables, como el mantenimiento de aviones para terceros.

Medidas de choque

Algunos de estos puntos del plan de choque se apoyan ya en medidas concretas y en ejecución. Por ejemplo, se ha comunicado a los propietarios de cinco aviones modelo A340 que no se renovarán los contratos de alquiler. Sin embargo, el despido masivo de empleados en la aerolínea no ha escrito su última línea.

Empiezan tres meses de negociaciones que se prevén intensos. Si todo finaliza según los planes de Londres, habrá menos despidos que los previstos, pero las condiciones de salida serán menos ventajosas. Por ejemplo, el incentivo para colectivos como el de pilotos y el de mayores de 55 años se ha caído de la propuesta final.

“Ni un despido”

El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) asegura que “no piensa tolerar ni un despido”. Su opinión es que en Londres están vaciando Iberia a favor de British Airways (la otra gran compañía del holding). La cuenta de resultados de la rama británica es una prueba de ello para los trabajadores en España. British “no tenía ni para pagar el plan de pensiones de sus trabajadores”, en cambio ahora gana dinero. Algunos trabajadores de Iberia recuerdan nostálgicamente que hace sólo dos años era la media naranja rentable.

Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT) se han sumado al sindicato de pilotos. Se muestran «sorprendidos» de que «los gestores no asuman ninguna responsabilidad en las pérdidas, limitándose a justificar las mismas en la situación de la economía, los mercados, el precio del combustible, la alta competitividad del negocio y los costes laborales». Por ello, criticaron que se oculten «las decisiones, malas y a destiempo» sobre flota y combustible, entre otros factores. Echan de menos también al presidente de Iberia, Antonio Vázquez, al que acusan de desaparecer

Cómo afecta a Vueling

La oferta pública de adquisición (OPA) lanzada por IAG sobre Vueling este jueves es otra pieza en el puzzle. Los grupos de interés de Iberia –a excepción de algunos inversores— no contaban con ella. Sin embargo, permitirá a IAG liderar en tres de los cinco principales aeropuertos de Europa (Londres-Heathrow, Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat). La nueva Vueling se sumará al holding, si IAG logra como mínimo el 90% del capital que cotiza en bolsa, en plano de igualdad a British e Iberia.

El consejero delegado de Vueling, Alex Cruz, reportará directamente a Walsh. La directriz es que la aerolínea catalana siga con su plan de expansión y, en la medida que sea posible, se estimule. A pesar de existir este muro de contención, las organizaciones sindicales exigieron que el plan de transformación de Iberia afecte también a la aerolínea presidida por Josep Piqué, a Iberia Express y a Air Nostrum y que el «esfuerzo» sea «equilibrado y repartido equitativamente entre todos», incluyendo a «todos los colectivos y los accionistas».

La OPA, sin embargo, aleja a Vueling de Iberia, que contrariamente a lo que ocurría hasta ahora, quedará en minoría en el consejo. El 54% del capital lo controlará IAG, Iberia retendrá el 46% actual.

El pulso de Walsh

Pero IAG no dará su brazo a torcer. Los números dicen que Vueling y British ganan dinero y protegerá este esquema. Insiste, además, en que la reducción de empleo en Iberia es necesaria para preservar hasta 15.500 contratos. Si la dirección no alcanza un acuerdo con los sindicatos, los recortes serán mayores: 7.000 despidos, según los sindicatos, y una reducción más drástica del tamaño de la compañía, que fuentes de IAG no concretan. Walsh sí advierte que tomará cualquier decisión “para proteger el tráfico natural de largo radio en Madrid y salvaguardar el futuro de la compañía”.

El consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, respalda a su jefe. “Tenemos que tomar decisiones duras para salvar la compañía y volver a ser rentables. Con este plan ponemos las bases para dar la vuelta a la situación”, insiste. En la mañana del viernes, Walsh ha dicho a los inversores que “queremos que Iberia sea fuerte y tenga éxito”. “Una Iberia rentable –añadió a los analistas— puede volver a crear empleo y estimular el turismo, un sector clave para la recuperación económica en España”.

Según los resultados dados a conocer este viernes, IAG pierde 39 millones hasta septiembre por la debilidad de la aerolínea española. Iberia acumula 262 millones en pérdidas en ese periodo.

Ismael García Villarejo

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