Las claves de ‘la rueda’: por qué las teles están siendo investigadas
La Audiencia Nacional ha publicado un auto en el que informa que investigará a 14 televisiones españolas
Te desvelas una noche de madrugada y enciendes la tele. Lo que te encuentras en todas las cadenas son o programas de televidentes con un hilo musical —a veces en directo— o videoclips de grupos desconocidos. Da igual cuál sintonices: se repite el formato en Cuatro, Telecinco, La Sexta o la autonómica de tu localidad.
No parece nada extraordinario: es lógico que las televisiones deriven contenidos menos llamativos a las altas horas de la madrugada, cuando su público duerme.
Pero lo que en realidad estás viendo es ‘la rueda’
El magistrado de la Audiencia Nacional Ismael Moreno dirige ahora contra 14 empresas televisivas una investigación por un presunto fraude de cerca de 20 millones de euros al año. Entre las señaladas están Atresmedia (Antena 3, La Sexta), Mediaset (Telecinco, Cuatro), RTVE y varias cadenas autonómicas como Canal Sur (Andalucía), TVG (Galicia) o ETB (Euskadi), entre otras.
La historia de la rueda sale a la luz en 2016, cuando un grupo de socios de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) presentan una denuncia contra otros miembros de la entidad. Señalaban a un grupo de personas que llevaban al menos 10 años cometiendo irregularidades a la hora de registrar obras musicales como propias.
La rueda es un sistema que no es ilegal de por sí, pero que ha provocado e incentivado un «registro fraudulento de obras» que en realidad eran canciones que ya existían pero «con modificaciones». A veces, «sin variación alguna de la original».
El magistrado de la AN detalla en el auto publicado esta semana cómo los miembros denunciados de la SGAE registraban estas obras en colaboración con estudiantes de sinfónica, ya que este tipo de producciones generan derechos de autor más altos. «Se les ofrecía aparecer en televisión interpretando alguna de esas obras». Por esta razón, el juez les atribuye un delito de corrupción en los negocios «por medio de organización o grupo criminal».
Pero, ¿cómo funciona la rueda?
Así gira ‘la rueda’ en las televisiones
Lo primero que hay que tener claro es que la SGAE, aunque no es una entidad pública, tiene la venia del Gobierno y es considerada una entidad de gestión colectiva de los derechos de autor de sus asociados. En lenguaje llano: se encarga de pagar a los músicos los ingresos por derechos de autor que generan sus obras.
En 2013, mucho antes de que se judicializara la trama, el diario El País anunciaba una investigación interna de la SGAE tras detectar que en 6 años —desde 2005— 11 socios habían registrado 25.000 obras y ganado 25 millones de euros en derechos de autor.
La otra cuestión que es necesaria comprender es que las cadenas de televisión deben pagar un canon a la SGAE por emitir en sus programas las canciones que la entidad protege.
En este punto es cuando las emisoras crean editoriales musicales. Los entes televisivos logran de esta manera que la cantidad de dinero que tienen que pagar para emitir canciones conocidas se amortigüe con la cantidad que ingresan por los derechos de los temas de sus propias editoras, también protegidos por la SGAE.
El Confidencial apuntaba entonces que, a veces, con tal de recibir el dinero de los derechos la rueda, las televisiones han llegado a emitir canciones de forma inaudible. Incluso en frecuencias imperceptibles para el oído humano.
También detalla, en otro artículo de finales de 2018, que el dinero que perciben estas editoras musicales de las televisiones dependen de a qué hora se emite una canción.
En prime time, los derechos que genera la emisión de una canción son mayores que si se emite de madrugada.
Sin embargo, la proporción entre los ingresos que genera una canción de madrugada frente al prime time es muy pequeña. El Confidencial lo ejemplifica: si un minuto de una canción de madrugada genera unos determinados ingresos, emitir ese minuto en prime time generaría cinco veces más.
El problema es que esta correlación no es realista: en términos económicos, las cadenas de televisión cobran la publicidad en prime time hasta 500 veces más que sus espacios de madrugada.
Las consecuencias de esta trama
Aunque en un primer momento se justificaba este entramado aludiendo a la picaresca, todo cambió en junio de 2017, cuando la Policía Nacional inició una operación «contra un grupo de autores y editoriales por corrupción entre particulares».
En una nota de prensa del Cuerpo Nacional de Policía se detallaba que la rueda había provocado que un grupo de autores y editoriales se enriqueciesen «de manera injusta», una práctica que estaba perjudicando «gravemente al resto de autores». Para participar de la rueda, los compositores debían prestarse a ceder los derechos de sus obras.
El sistema no es ilegal de por sí, pero lo que persigue ahora el tribunal es el presunto registro fraudulento de obras para aprovecharse de él.
Según el magistrado de la Audiencia Nacional, los denunciados generaban ingresos millonarios simplemente registrando como propias obras que en muchos casos ya eran de dominio público «ya sea cambiando el título, o realizando ligeros arreglos». Para el juez, el fraude pudo alcanzar los 100 millones de euros entre 2006 y 2011. 20 millones de euros al año.
En el auto se contempla la posibilidad de que los investigados podían haber actuado en connivencia con trabajadores de las productoras, de modo que «abonarían comisiones para que su repertorio se difundiera en horas nocturnas, con preferencia a otras obras».
«Para ser evitar ser detectados y aparecer siempre como los mismos beneficiados, cedían sus derechos de autor a familiares, cónyuges, hijos o mediante sociedades o productoras», detalla.
En un primer momento, el fiscal ya abría el melón de que esta actividad delictiva «no podría desarrollarse sin la actuación concertada de distintas cadenas de televisión».
El juez apunta ahora a las televisiones porque «no activaron protocolos para evitar estos hechos delictivos, ni mecanismos de control o reacción idóneos».
Qué televisiones están implicadas
A finales de 2017, 6 meses después de que la Policía interviniese en la SGAE y destapase esta rueda, la RTVE dio un primer paso para desligarse del asunto.
El presidente en ese momento de la corporación, José Antonio Sánchez, anunció que el ente público dejaría de emitir un programa de madrugada llamado TVE es música. También defendió que a colación de la trama, el organismo creó una norma interna para crear un catálogo con música de las editoriales. Se solicitó una auditoría interna.
Eso no ha evitado que ahora la televisión pública española también esté investigada por la Audiencia Nacional. La semana que viene los siguientes entes televisivos tendrán que personarse obligadamente en la causa.
- Atresmedia (Antena 3, La Sexta)
- Mediaset (Telecinco, Cuatro)
- RTVA (Canal Sur)
- TV Extremadura
- RTPA (Asturias)
- CRTG (TVG, Galicia)
- CART (Aragón TV)
- EPRTVIB (IB3, Baleares)
- RTVE (TVE)
- EITB (Euskadi)
- RTM (Telemadrid)
- RTVC (Tele Canarias)
- RTVCyL (Castilla y León, a través de su editorial MusiCyL)
- CMM (CMM TV, Castilla La Mancha)
Noticia original: Business Insider
Autor: Alberto R. Aguiar