Las Álvarez echarán a Gimeno hasta de la fundación de El Corte Inglés
Las hijas de Isidoro Álvarez llevarán al patronato de la Fundación Ramón Areces, primer accionista de El Corte Inglés, la expulsión de Dimas Gimeno
La guerra de las hermanas Álvarez a Dimas Gimeno va más allá de El Corte Inglés. Si el pasado 14 de junio lo descabalgaron de la presidencia de los grandes almacenes, este miércoles pretenden cesarlo de la Fundación Ramón Areces, el primer accionista de la compañía con el 37,3% del capital.
Según explican fuentes internas a Economía Digital, el Patronato de la fundación tratará la destitución del ya expresidente de la empresa. Compuesto por doce miembros, el máximo órgano de la asociación también está dominado por las hijas adoptivas de Isidoro Álvarez y la vieja guardia de la cadena.
De este modo, Florencio Lasaga es el patrono presidente y Cristina Álvarez la vicepresidenta. También figuran Carlos Martínez Echevarría; Marta Álvarez; Paloma García Peña; el consejero delegado de ECI, Víctor del Pozo; el presidente, Jesús Nuño de la Rosa. Son siete de los ocho consejeros que ya votaron a favor de cesar a Gimeno de la presidencia de El Corte Inglés.
Los otros patronos son el tío de Dimas, César Álvarez; el director de la división internacional de los grandes almacenes y presidente de Sephora, Jorge Pont; el director de Ventas, Arsenio de la Vega; y el histórico José Antonio Álvarez.
De los externos al consejo de administración, Jorge Pont y Arsenio de la Vega se consideran afines a los sectores que cesaron a Gimeno. De hecho, De la Vega fue ascendido recientemente por por los consejeros delegados como primer ejecutivo de Ventas tras dirigir el centro comercial de Castellana (Madrid) durante muchos años y acumular varios años de experiencia en el departamento comercial.
La lucha por controlar la Fundación Ramón Areces
El asalto a la Fundación Ramón Areces por parte de las hermanas Álvarez y la vieja guardia comenzó a gestarse en abril de 2015. Meses después de la muerte de Isidoro Álvarez se renovó el patronato; y los ahora díscolos tomaron posiciones para controlarlo.
Fue entonces cuando Florencio Lasaga asaltó la presidencia de la asociación. También entraron Marta y Cristina. Y los tres lo hicieron por unanimidad. Es decir, con el voto a favor de Gimeno. El expresidente creyó blindarse a pesar de perder fuerza en la fundación: las hermanas le prometieron que no tratarían de cesarlo con el poder obtenido.