Las alternativas a Nissan Barcelona: de una fábrica de baterías a un centro de motos eléctricas
La última reunión de la mesa de reindustrialización pone sobre la mesa los tres proyectos que se disputan la instalación tras el adiós de la automovilística
Todavía sin ningún tipo de concreción, Nissan, Gobierno y Generalitat avanzan en la búsqueda de un inversor para la planta de la automovilística en Barcelona. Con el adiós previsto para diciembre de 2021, el triunvirato mantiene la esperanza de reindustrializar la planta catalana y no entregarla a un operador logístico. Por el momento, barajan tres alternativas: un centro de baterías, un hub de motos de cero emisiones y una plaza para ensamblar coches eléctricos.
El Ministerio de Industria y el Departament d’Empresa comunicaron este jueves a los sindicatos de la empresa japonesa “la existencia de proyectos vinculados a la movilidad” para ocupar la instalación de la Zona Franca. Sin ningún tipo de concreción, eso sí. “Ambas administraciones continúan identificando potenciales alternativas que encajen con las características de las plantas”, explicaron en un comunicado.
De hecho, las opciones hechas públicas ya fueron detalladas en mayor o menor medida por la prensa. La coincidencia hace sospechar al sector. «Parece claro que no hay nada sólido», lamenta uno de los asistentes a la reunión en declaraciones a Economía Digital.
Una fábrica de baterías
El aterrizaje de una planta de baterías es la opción preferida de la administración. Los dispositivos producidos en Barcelona servirían para nutrir a la automoción española, inmersa en una reeconstrucción ante la llegada del coche eléctrico.
Hasta hace unos meses en la pole position partía la coreana LG Chem. Sin embargo, la filtración de su interés parece haber enfriado la atención de la firma asiática por los terrenos. Fuentes del sector atribuyen al entorno de la exconsejera d’Empresa, Àngels Chacón, que el nombre se diese a conocer. Salió a la luz pocos días de que fuera destituida del cargo y reemplazada por Ramon Tremosa.
Para el nuevo conseller también hubo tirón de orejas. Desde Industria se le acusa de haber revelado detalles de las conversaciones entre el Gobierno y LG Chem a la prensa.
Detrás de la firma coreana se posiciona la francesa Schneider Electric, que también se habría interesado en la fábrica catalana.
Coches de cero emisiones para la Zona Franca
El desembarco de una empresa de baterías no es la única hipótesis de cara a la reindustrialización de la Zona Franca. El presidente de la patronal Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, avanzó hace unos meses la posibilidad de que un fabricante de automóviles asiático se instalase en la zona.
Algo parecido a una confirmación de la opción expresaron las administraciones. El «ensamblaje de vehículos eléctricos» es otra de las opciones que está sobre la mesa, señalaron.
Motos eléctricas de la mano de Silence
El tercer escenario contempla la creación de un hub de electromovilidad. Como explicó Economía Digital, el fabricante catalán de motos eléctricas Silence tiene entre manos un proyecto para lanzar un nuevo vehículo en la antigua planta de Nissan.
Sin embargo, la firma no coparía ni mucho menos los terrenos disponibles. Según La Tribuna de la Automoción, el espacio sobrante lo ocuparían un centro logístico y una factoría de furgonetas de cero emisiones de origen chino.