Más allá del transporte de pasajeros
Desde 2013, Vueling pone a disposición su flota y operativa al servicio de los pacientes que necesitan un trasplante
Un avión de Vueling en pista.
España es, desde hace 31 años, líder mundial en la donación de órganos, y en 2022 se registró una tasa de 47,4 donantes por millón de población. Así, según la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), el año pasado se realizaron un total de 5.383 trasplantes, lo que supone un aumento del 13% respecto a doce meses antes.
Cuando uno de esos órganos debe transportarse de un punto a otro de la geografía española, el tiempo es un factor clave, puesto que el traslado debe realizarse con la mayor rapidez posible, incrementando así las posibilidades de éxito del trasplante. Es aquí donde las compañías aéreas comerciales juegan un papel muy importante, poniendo a disposición de aquellos que más lo necesitan su operativa. En nuestro país 1 de cada 5 de esos órganos trasplantados llega a su destino por vía aérea.
Vueling colabora desde 2013 con la ONT, y en estos últimos diez años, la compañía ha registrado cerca de 990 órganos trasladados, convirtiéndose en la aerolínea que más ha transportado. Cabe destacar que, en el caso de la aviación comercial, los órganos que más se trasladan son el riñón y el hígado, debido a la isquemia o el tiempo de vida del órgano fuera del cuerpo.
“Detrás de cada uno de estos viajes hay una historia y desde Vueling nos sentimos muy orgullosos de poder contribuir a que estas puedan seguir escribiéndose. La solidaridad forma parte de nuestro ADN y sin duda el poder poner nuestra operativa al servicio de la ONT es algo que nos enorgullece y con lo que esperamos poder seguir contribuyendo siempre”, afirma Sandra Hors, directora de Comunicación, Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Vueling.
Espacio asegurado y en manos del comandante
“Cuando necesitamos trasladar un órgano extraído valoramos la existencia de un vuelo regular con una compañía con la que tenemos convenio y que nos cuadren sus horarios con los tiempos de los equipos de extracción. Nos ponemos en contacto con la compañía y solicitamos este traslado, asimismo comunicamos el operativo a los centros de control de todos los aeropuertos implicados. Desde que advertimos de la necesidad de traslado de un órgano hasta que este embarca en el avión suele pasar poco tiempo. Habitualmente buscamos el vuelo más inmediato a la extracción de dicho órgano y lo comunicamos inmediatamente a la compañía. Lo más importante es que sea un proceso ágil y que los coordinadores de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) lo tramitemos con rapidez”, afirma Rebeca Bajo, enfermera coordinadora de trasplantes de la Organización Nacional de Trasplantes.
Estos órganos viajan estibados en la cabina del piloto, nunca con el resto del pasaje o en bodega. E incluso suele ser el piloto el encargado de entregarlo en destino al responsable de los servicios médicos que espera en el aeropuerto, a pie del avión, para trasladarlo al centro hospitalario en el que se llevará a cabo la intervención.
Existe un protocolo definido al detalle que se activa para conectar, cuando es necesario, a la ONT, AENA (ente que gestiona los aeropuertos españoles) y la aerolínea. Todo con el objetivo de asegurar que entrará en el primer vuelo disponible con un tiempo de respuesta de pocas horas.
Una vez asignado el vuelo, la tripulación recibe la documentación emitida por la ONT con la información del tipo de órgano, los hospitales de donación y recepción, y los aeropuertos de salida y llegada. Es importante tener aquí en cuenta que los vuelos que operan uno estos traslados cuentan con prioridad, tanto en la asignación de slots como en la salida.
“Es un procedimiento muy coordinado donde cada uno sabe muy bien qué tiene que hacer”, apunta Joaquín Capella, comandante de Vueling, quien añade: “Este tipo de acciones te llenan de satisfacción, puesto que sientes que formas parte de algo muy positivo. Y a la vez, una enorme responsabilidad”, concluye.