La zona de las tiendas de lujo en Barcelona se queda pequeña
Los inversores empiezan a interesarse por áreas colindantes a Paseo de Gràcia ante el agotamiento de la oferta de espacio disponible en la artería comercial
La crisis no ha pisado algunas calles españolas. Las principales arterias comerciales evidentemente notaron una caída del nivel de rentas tras el estallido del boom inmobiliario, pero el lujo ha mantenido las puertas abiertas y ha capeado la caída del consumo interno con las visas de los turistas extranjeros.
Es el caso de Paseo de Gràcia, un escaparate internacional en el centro de Barcelona donde luce el glamour de enseñas como Carolina Herrera, Dolce & Gabanna, Cartier o Louis Vuitton, junto a algunos de los monumentos más turísticos de la ciudad. Un enclave de éxito asegurado que choca con un hándicap: las firmas internacionales esperan encontrar un hueco en una vía donde confluye “la falta de oferta (de espacio) y el aumento de la demanda”, según el director de capital markets en Barcelona de la consultora CBRE, Xavier Güell.
Remodelación de la Diagonal
Ante la dificultad del inversor por encontrar un local que cumpla con sus expectativas, el foco se pone en otros puntos. «Paseo de Gràcia tiene que tener un crecimiento futuro a través de Diagonal», apunta la directora de high street Barcelona de CBRE, Susana Elhombre. Precisamente, una zona que en los últimos años había perdido brillo comercial y que ahora el ayuntamiento ha puesto patas arriba para ampliar el espacio peatonal. Una remodelación urbanística que ya ha despertado el interés de varios inversores, sobre todo nacionales.
Elhombre sostiene que las obras de ampliación serán importantes, como también los movimientos inmobiliarios que se vivirán en el futuro boulevard barcelonés. El edificio del Deutsche Bank, en la confluencia entre paseo de Gràcia y Diagonal, se transformará en un hotel de cinco estrellas. Junto a él, un pequeño local podría albergar una marca premium, a la altura del futuro establecimiento.
Lujo en lugar de low cost
También destaca el traspaso de General Óptica en la plaza Francesc Macià, que deja un atractivo espacio a marcas premium. Por el momento, Michael Kors ya ha decidido aterrizar en un local que antes ocupaba una marca low cost.
Además, la diferencia de las rentas entre los locales es un factor de mucho peso. Mientras en Paseo de Gràcia el inquilino puede pagar unos 230 euros mensuales por metro cuadrado, en Diagonal apenas superaría los 60 euros.
Los nuevos puntos de interés comercial se extienden como una mancha de aceite por otras zonas situadas alrededor de Paseo de Gràcia. Es el caso de la zona de Portal de l’Àngel, que se cuela entre las 20 calles más caras del mundo, o de plaza Catalunya, que ha resucitado tras la inauguración de la tienda Apple, el anuncio de la apertura de un local Desigual de 3.000 metros cuadrados, o la compra de Inditex del edificio que antes ocupaba el BBVA.
Volumen de inversión
“Tenemos contabilizados entre 80 y 100 inversores con capacidad para invertir en high street de forma inmediata”, revela Güell.
Por el momento, el actual volumen de inversión en retail no tiene nada que ver con la de 2013. Hace un año, Barcelona sumó 220 millones de euros en 12 operaciones. Sólo una de ellas, protagonizada por El Corte Inglés en Plaza Cataluña, supuso una inversión de 100 millones. Hasta septiembre de 2014, el volumen de inversión ha alcanzado los 42 millones en las tres operaciones cerradas.