La vía humilde para llegar a ser Josef Ajram
La periodista Ana Oliva retrata en 'Camino al Triunfo" trece historias de 'traders' de bolsa exitosos
Son trece, pero no son ninguna estrella. Son gente como tú y como yo. Y han triunfado en bolsa. La periodista Ana Oliva retrata su éxito en Traders: Camino al Triunfo, su séptimo libro que ya está disponible para descargar en la web homónima. ¿Cuál es el secreto de estas trece personas? «Mucho esfuerzo y persistencia», explica la autora a Economía Digital.
Lejos de las caricaturas como El Lobo de Wall Street o famosos como Josef Ajram, la autora se fija en la gente común. «Hay abogados, amas de casa o profesiones liberales. Gente que quiere sacarse un sobresueldo con un pequeño capital y empieza a probar», señala.
¿Cómo se entra en el mundo? «El mercado es muy amplio: las Bolsas españolas, las commodities, las materias primas, el Forex de divisas, los futuros, los bonos, las opciones…Recomiendo un ejercicio de introspección para encontrar el que más se ajuste a nuestro talento», añade.
Llegados a este punto, el camino al triunfo no será rápido. «Mira, yo lo enfocaría como un máster. Tienes 1.000 euros que sabes que vas a perder, porque no sabes. Pues los consideras tu formación. Es como pagar por formación práctica», tercia la también trader.
Nervios de acero
Aunque en su libro aparecen perfiles diversos, Oliva tiene claro que no todo el mundo sirve para ello. «Los mercados son el 80% de emoción y un 20% de método. Está claro que los que oscilan mucho no son para los que no dominan el estrés», indica.
Uno de estos jóvenes con nervios de acero es Jon Higueruelo. Este catalán de 31 años entró en los mercados de forma «casual», con poco capital. Hoy dirige BlackTradersClub.Com, que da formación a través de señales de trading. A parte, él administra un hedge fund estadounidense. «Empecé en los futuros del Ibex, y pronto se me empezó a dar bien. Tuve la oportunidad de gestionar un pequeño capital y empecé a crecer», relata.
La vida de un ‘trader’
Pese a la evidente presión de los que gestionan grandes cuentas, la vida de un ‘trader’ no significa largas horas. «Hay gente que opera dos horas por la mañana y acaba su jornada laboral. Después, por la tarde, va al gimnasio o dedica tiempo a su vida personal», subraya la autora.
La operativa de John Higuerelo va en esta dirección. El joven talento admite que el operativo «suele empezar a las 8:30 de la mañana, cuando abren los mercados en Europa. Es el periodo de más volatilidad. Después, si cierras dos o tres operaciones por la mañana, la jornada laboral puede haber acabado a mediodía», insiste.
Lo fundamental
Durante la breve jornada laboral, hay mandamientos básicos. «Durante el ‘trading’ surge de todo, el miedo, la avaricia, etc. Hay que aprender a controlar esos sentimientos», avisa la periodista. El peligro de no hacerlo es grande. «Puedes perder mucho si insistes con un mercado que no te dará nada un día concreto. Para mí, hay que saber fijarse metas diarias: hoy quiero tanto en el Forex. Y quedarse ahí», completa Higuerelo.
Una vez finalizado, está la gestión del después. «En general, los ‘traders’ no ostentan. Dedican los fondos ganados a lo que les gusta. Conozco gente que viaja, que hace yoga o se jubila con 40 años».
¿Una solución al paro?
Con su experiencia, ¿puede el trading ser una solución al paro? «No lo recomiendo. Si tienes 5.000 euros y son para darle de comer a tus hijos, guárdalos. A los que quieran empezar, les diría que tuvieran una fuente de ingresos alternativa», concluye John Higueruelo.
«Sí que es cierto que con los altos niveles de paro y con la tecnología –puedes operar desde casa– la gente se interesa más. Pero lo recomendable, insisto, es empezar con 100, 200 o 300 euros y aspirar a ganar lo equivalente a un café. A partir de allí, crecer. Es un oficio como otro cualquiera», concluye Oliva.