La venta del tranvĂ­a de Murcia, Ășltimo escollo de Comsa para olvidarse de la banca

La firma de infraestructuras ya refinanciĂł la deuda en julio y se deshizo de la planta termosolar de Les Borges Blanques (Lleida) en agosto

Una imagen de archivo del tranvĂ­a de Murcia.

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A Comsa le queda una Ășltima desinversiĂłn para perder de vista a la banca durante al menos un lustro. La firma de infraestructuras refinanciĂł su deuda en verano con el compromiso de acometer la venta de varios activos en los siguientes meses. La empresa se puso manos a la obra y consiguiĂł deshacerse de prĂĄcticamente todo el lastre y ya solo le queda en cartera la concesiĂłn del tranvĂ­a de Murcia para dejar atrĂĄs una dĂ©cada marcada por el abultado pasivo generado por la crisis financiera.

Jorge Miarnau, presidente de Comsa, explicaba a EconomĂ­a Digital en el XXVI Encuentro de EconomĂ­a de S’AgarĂł que la empresa ya se encontraba en una situaciĂłn de deuda neta positiva tras el Ășltimo acuerdo con los acreedores, que alargĂł el vencimiento hasta 2026. Con el pacto alcanzado en julio, la empresa consiguiĂł recortar el pasivo desde los aproximadamente 800 millones de euros a menos de 200 millones.

Sin embargo, el pacto llevaba consigo un compromiso de deshacerse de la participaciĂłn del 47,5% de la planta termosolar de Les Borges Blanques (Lleida), del 31% de la filial Trakcja PRKiI (Polonia) y el 50% de la concesiĂłn del tranvĂ­a de Murcia. Las dos primeras ya no preocupan al dirigente, pero el contrato murciano estĂĄ todavĂ­a pendiente, admite.

La desinversión no urge en los planes de la compañía, que desde hace años presiona para lograr una ampliación que entonces sí podría convertir la concesión en rentable. A pesar de obtener unos beneficios de 2,7 millones de euros, la joint venture de Comsa y FCC admite en las cuentas anuales de 2020 que «se ha visto afectada desde su constitución por diversos aspectos de índole jurídica, económica y administrativa».

Comsa logrĂł hacer frente a todas las obligaciones adquiridas con la banca a lo largo de los Ășltimos años

La organización cuenta en su haber con tener ya sellado el adiós a los otros dos activos que pidió la banca. La planta termosolar de Les Borges Blanques se vendió por 125 millones de euros al fondo de inversión Q-Energy el pasado mes de julio. No solo vendió Comsa; también lo hicieron Banc Sabadell y Avançsa, que compartían capital en la infraestructura catalana.

AdemĂĄs, Miarnau explicaba este lunes en una entrevista concedida a ExpansiĂłn que estĂĄ pendiente de que se cierre el acuerdo alcanzado con PKP Polskie Linie Kolejowe para deshacerse del 31% de Trakcja PRKil; un nuevo espaldarazo en la refinanciaciĂłn firmada con el pool bancario.

BBVA, Banc Sabadell, Banco Santander, Caixabank, Unicaja y Bankinter respiran así tras mås de una década de duras negociaciones, en las que incluso se llegaron a poner clåusulas para entrar en el capital de la empresa ante las previsibles dificultades para cumplir con los pagos previstos. Comsa lo logró (aunque tuvo que reducir su tamaño aun tercio) gracias también a importantes quitas conseguidas y ahora se prepara para volver a crecer.

Comsa se fija en 2022

El acuerdo con la banca llegĂł en un año en el que apenas se licitĂł obra pĂșblica por la pandemia y las materias primas se dispararon de precio. Por ello, Comsa rondarĂĄ unas ventas «muy similares» a las de 2020, cuando facturĂł 778 millones de euros, explica Miarnau. SerĂĄ 2022 el ejercicio de volver a crecer, cuando la economĂ­a se haya reactivado ya y los grandes proyectos vuelvan a salir al mercado.

Para abrir boca, la compañía se adjudicó un contrato de 80 millones de euros para rehabilitar las vías de la línea 1 del metro de Ciudad de México.

Ademås, el directivo señala que aspira a que los fondos europeos ayuden a financiar nuevas infraestructuras a las que se pueda presentar. Comsa también presentó varios proyectos a las Manifestaciones de Interés, pero de pequeño tamaño y ligadas a la innovación y la sostenibilidad.

Carles Huguet

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