La trama del jamón cae a plomo por su deuda millonaria
La trama empresarial que obtiene ganancias millonarias con jamón en mal estado comienza a retrasar los pagos a los proveedores
La trama del jamón podrido comienza el desmoronamiento. Las empresas implicadas en la investigación judicial por un entramado empresarial que vende jamones en mal estado comienzan a retrasar los pagos a sus proveedores. Y los proveedores han hecho saltar las alarmas. Los empresarios implicados estudian ahora el extremo de bajar la persiana.
Los proveedores de las empresas implicadas en la trama comienzan a sufrir dificultades para cobrar las deudas. La empresa investigada por ser el centro de la trama, Valle de los Valfríos, acumula ya casi 350.000 euros de impagos a entidades financieras por concepto de líneas de descuento y préstamos personales.
Al menos uno de los cuatros impagos a los bancos ya ha desencadenado un proceso judicial, según la información de Experian Bureau Empresarial, que detalla impagos a las entidades financieras. “Ha incumplido en sus obligaciones contractuales con entidades financieras y empresas de diversa naturaleza. El 100,00% del saldo impagado corresponde a contratos con el sistema financiero”, asegura el informe.
La empresa Valle de los Valfríos, que maneja una red empresarial que vende jamones, productos cárnicos y embutidos en mal estado en media España, comenzó a asumir deudas desde julio, un mes después de que estallara el escándalo de la trama empresarial, hoy investigada por los tribunales y cuyos responsables deberán declarar en los juzgados de Fregenal de la Sierra (Badajoz) los próximos 5 y 20 de diciembre por un presunto delito contra la salud pública.
Facturaciones ficticias
La trama movía dinero entre la red de empresas con un propósito financiero claro: simular una facturación muy superior a la real para adquirir créditos y líneas de descuento de los bancos, según fuentes cercanas a los hermanos Antonio y Francisco Cordero Gamero, investigados por ser los presuntos cabecillas de la operación.
La red captaba productos cárnicos a punto de caducar o sobrepasar la fecha de consumo preferente en los supermercados. Posteriormente eran reetiquetados para ser vendidos como frescos. En el caso de los productos en mal estado, eran “limpiados” y “adecentados” al eliminar las partes en mal estado.
Otra de las empresas de la trama, Sierra Jarota, también ha comenzado a mostrar síntomas de irregularidades financieras, aunque la banca le reclama, por ahora, un importe mucho menor: unos 22.000 euros.
Pero algunos proveedores aseguran que la empresa ha comenzado a retrasar los pagos también a algunos de sus proveedores cárnicos. Este medio no ha podido contrastar esta información con la compañía.
El informe
El informe de Experian Bureau Empresarial hace ver que los impagos también se han trasladado a proveedores. “Ha incumplido en sus obligaciones contractuales con entidades financieras y empresas de diversa naturaleza. Señalar que el 100,00% del saldo impagado corresponde a contratos con el sistema financiero”, asegura el informe.
Los impagos en las empresas implicadas en esta trama han llegado incluso hasta Comapa, líder de la distribución de ibéricos en España y proveedor de referencia de Carrefour. Comapa mantiene una importante deuda incluso con una empresa que tiene una importante participación accionarial en la compañía: Vall Companys.
Al menos uno de los implicados, Miguel Gómez Hervás, administrador único de Vitalinna, la empresa de la trama valenciana que llevaba el jamón en mal estado a Levante, está desaparecido. Los juzgados han pedido a la Guardia Civil ubicarlo cuanto antes.