Por qué las aplicaciones de coche compartido transformarán la economía
Las aplicaciones de coche compartido han ganado popularidad con el paso de los años y se han convertido en un atractivo para establecer alianzas estratégicas
La economía colaborativa se mueve en coche. Desde la eclosión de las primeras plataformas de coche compartido, el mundo del transporte está de dulce gracias al carpooling (Blablacar, Amovens, SocialCar) y carsharing (Avancar, Respiro, Bluemove). Ambos fenómenos son muy parecidos, con las singularidades de que en el primero el conductor es el propietario del vehículo, mientras que en el segundo la duración de sus trayectos suelen ser más cortos.
La Fundación Creafutur apunta que sólo en Barcelona se producen casi 5 millones de desplazamientos diarios. De todos ellos, el 14% son en transporte privado, lo que abre una posibilidad de negocio a este tipo de plataformas que, además, es beneficiosa a dos niveles: ahorro para los usuarios y reducción del impacto medioambiental gracias a una menor emisión de CO2.
El mismo estudio apunta que más de la mitad de los ciudadanos (55%) del área metropolitana de la ciudad condal está interesado en utilizar estos servicios para compartir coche, al mismo tiempo que sitúan el carpooling como la modalidad mejor valorada para viajar tanto de conductor como de pasajero.
Más de la mitad de personas en el área metropolitana de Barcelona quiere utilizar estos servicios
Las empresas, conocedoras de la situación, ya se han puesto manos a la obra para subirse a este nuevo fenómeno. Según un informe de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), compañías y otras instituciones inyectaron 15.066 millones de euros en estos sectores de euros durante 2015 y 2016.
El ejemplo más claro fue el del RACC, que en febrero entró en el capital de Socialcar, plataforma online de alquiler de vehículos entre particulares en España. Con esta alianza estratégica se creó la comunidad más grande de conductores en el país. Según apuntó el presidente de la compañía, Josep Mateu, «nuestro modelo está evolucionando hacia un Club de Servicios de Movilidad». Además, añadió que «la alianza con una plataforma tecnológica líder en alquiler de coches entre particulares como es Socialcar nos permite incrementar nuestro conocimiento y experiencia en el entorno de la economía colaborativa».
El RACC entró en febrero en SocialCar, una de las plataformas online de referencia para el alquiler de vehículos entre particulares
Otras empresas, como la firma automovilística Mercedes, también ha invertido en este servicio. La filial del consorcio automovilístico alemán, Daimler Mobility Services, adquirió recientemente la tecnológica de nueva creación Flinc, lanzada en 2011.
Con todo, el futuro de este sector sigue lleno de interrogantes. El mismo apunta cómo “los profundos cambios que se están dando y que se darán en los próximos años en el panorama de la movilidad generan muchas incógnitas respecto a la adaptación por parte de los ciudadanos al nuevo escenario”.