La temporada turística, de nuevo bajo amenaza: Rusia gasta 2.000 millones al año en España
El turismo ruso empezó a acelerar en España en 2016, está muy asociado al lujo y el gasto medio está por encima de la media de otros visitantes extranjeros
Ómicron empezaba a dar un respiro al turismo español, que confiaba en que Semana Santa fuera un punto de inflexión y en verano se volviera a niveles de ocupación del 2019, dando por casi superada la pandemia del Covid-19. Pero la orden de Vladimir Putin de invadir Ucrania y el consecuente conflicto bélico, ha vuelto a alterar todas las previsiones de recuperación del sector.
El presidente de Exceltur, José Luis Zoreda, no se atreve a cuantificar que consecuencias económicas puede tener para España la guerra de Ucrania, pero lo que tiene claro es que supone un elemento “desestabilizador” para Europa en general y podría incidir en la demanda turística, según unas declaraciones que recoge Efe.
La temporada turística española, la de marzo a octubre, pintaba bien. Y Rusia era uno de los países que más prometía. El turismo ruso empezó a acelerar en España en 2016. Desde ese año nos visitan más de un millón de personas procedentes de este país y en 2019, antes del Covid, se alcanzó un máximo histórico.
Según datos aportados por el INE, 1,3 millones de turistas rusos viajaron a nuestro país ese año. El 2019 fue un año récord para el turismo español, con 83,7 millones de visitantes extranjeros, por lo que la proporción de turistas rusos puede parecer muy reducido, apenas un 1,5% del total. Sin embargo, el gasto medio del turista ruso en España fue muy superior a la media del turista extranjero.
En concreto, el gasto ascendió a 2.000 millones de euros, un 2,1% del gasto total, que ese ejercicio ascendió a 92.278 millones de euros. Los franceses, por ejemplo, que suponen el tercer mercado para España gastaron ese año 7.596 millones, el 8% del total.
En 2020 y 2021, todas estas cifras se distorsionaron. El primer año del Covid-19 visitaron España 155.961 viajeros procedentes de Rusia y gastaron 201,69 millones; en 2021, los visitantes fueron 133.961 y el gasto de 228 millones. Pero las previsiones para este 2022 eran muy optimistas.
Los datos de vuelos y reservas hoteleras apuntaban a niveles previos a la crisis sanitaria y Rusia tenía a España entre sus destinos favoritos, tras Italia y Turquía. El turismo ruso, además, había estado asociado en los últimos años al lujo, al igual que el asiático, por eso su gasto medio estaba por encima de otros países.
Quienes más preocupación han mostrado tras la invasión de Rusia a Ucrania es la patronal hotelera valenciana, Hosbec, si bien, la zona del Levante es una de las preferidas para el mercado ruso incluso para vivir largas temporadas. El presidente, Toni Mayor, ha expresado que, un conflicto de estas dimensiones “va a condicionar económica y socialmente a toda la población” y terminará afectando de forma negativa a los flujos turísticos, salvo que se reconduzca por la vía pacífica y diplomática “en pocos días».
Desde Hosbec recuerdan que existe una importante colonia de residentes rusos en la provincia de Alicante, en concreto, en las comarcas de La Marina Baixa y La Marina Alta. Y en Altea se levanta la primera iglesia ortodoxa que se construyó en España. En opinión de la patronal, este país está en pleno despegue, con una clase media y media alta cada vez más cosmopolita y numerosa que tiene en Europa un “objeto de deseo”.
Asimismo, la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) advertía este jueves de que la guerra de Ucrania tendrá importantes efectos económicos y consecuencias que “aún hoy no se pueden estimar pero que lastrarán la recuperación económica” tras la pandemia de la covid-19.
La presidenta, María Frontera, tiene claro que como poco supondrá “un freno a los viajes” pero confía en que haya una respuesta firme por parte de la Unión Europea y los países aliados, con el fin de atajar cuanto antes este conflicto.