La tasa turística frena las reservas en hospedajes y cámpings, según el sector
Los representantes del turísmo catalán trasladan a Artur Mas la inoportunidad del nuevo gravamen y apuntan ya las primeras consecuencias en los alojamientos más económicos
La mayor industria catalana, la turística, se está resistiendo por la mera posibilidad de que se aplique un nuevo impuesto. Hostales y cámpings denuncian un frenazo en el ritmo de reservas ya que sus clientes tradicionales pagarían entre un 5% y un 10% más por noche si se aplica la tasa turística que pretende la Generalitat, lo suficiente como para ahuyentar las primeras reservas del año.
El sector turístico catalán en pleno acudió este jueves al Palau de la Generalitat para exponer sus temores sobre la tasa que el Gobierno autonómico quiere establecer con la finalidad de incrementar los ingresos que actualmente captan las arcas públicas del ejecutivo de Artur Mas.
Hasta 17 subsectores se sentaron, durante más de dos horas, frente al presidente Mas, al consejero de Industria, Francesc Xavier Mena, y de varios directores generales, como Marian Muro. La conclusión: la Generalitat sigue adelante pero no toma posiciones maximalistas, de modo que se han convocado nuevos encuentros.
El maratoniano encuentro se transformó en el foro donde cada agente del turismo catalán aprovechó para plasmar sus posiciones. Los hoteleros se contaron entre los más beligerantes y, según apuntan varias fuentes, habrían presentado los argumentos más contundentes contra la tasa turística: el producto de determinados establecimientos se encarecería más de un 5% por noche, un porcentaje que la mayoría del público tradicional de hostales y hoteles de menos de tres estrellas no está dispuesto a asumir.
Los portavoces de este ramo habrían advertido a Mas que ya han detectado un frenazo en el ritmo de reservas. Las empresas gestoras de cámpings calculan, por su parte, que habrá recintos que deberán subir hasta un 10% sus tarifas para liquidar la tasa turística a la Generalitat. Estas cifras también fueron expuestas en Palau.
La reinversión de la tasa
Varios actores del turismo catalán pidieron oficialmente a Mas que reinvierta la recaudación en la promoción de Catalunya si finalmente tienen que asumir ese nuevo impuesto. “Aunque seguiremos defendiendo hasta el último momento la inoportunidad de la tasa con todos los argumentos posibles”, según el hotelero Joan Gaspart. El Gremio de Hoteleros guarda, oficialmente, silencio.
La alternativa que ofrece la industria al Presidente catalán es pactar fórmulas de ingresos distintas que permitan recaudar la cantidad calculada por la Generalitat, alrededor de los 110 millones de euros, sin penalizar al sector. Se dará forma a estas sugerencias en próximos encuentros, de carácter técnico.
La ‘democratización’ del impuesto
Entre las agencias predomina la visión de que será sólo una parte de la industria la que cargará con la tasa en caso de implantarse. “Actividades como el transporte aéreo o las autopistas también deberían estar afectados”, según el presidente de la Agencia Catalana de Agencias de ViajeS, Francesc Carnerero, que defiende la democratización del gravamen si no hay más remedio que instaurarlo.
El turismo genera rendimiento en otros ámbitos, especialmente en las ciudades costeras, que no deberán trasladar presión alguna a sus clientes por la tasa de la Generalitat. De momento, el debate sigue abierto aunque el Gobierno autonómico vería inevitable la llegada de la tasa turística. Así lo ha manifestado, aunque mantendrá los canales de negociación abiertos.