La subida del SMI ahoga a las pymes: es de los más altos de Europa y sobrepasa 4.500 convenios
En España, el salario mínimo en las empresas de menos de 50 trabajadores supone un 69,5% de los 1.439 euros del salario medio
Las pequeñas y medianas empresas son las que más están sufriendo el impacto de la subida del salario mínimo (SMI), lo que ha hecho que las pymes se estén quedando sin margen para asumir las fuertes subidas salariales entre 2016 y 2022, que han pasado de los 655 euros a los 1.000 euros, incrementándose un 52,6% .
España es uno de los países europeos donde el SMI ha subido más en estos últimos años, frente al 13,1% en Holanda y Grecia o al 9,3% del país vecino, Francia. Además, es el segundo país con el porcentaje más alto del SMI, un 52,2%, en relación con el salario medio en Europa.
El incremento del SMI ha afectado negativamente a las pymes al tener una menor capacidad salarial, influyendo directamente en la negociación colectiva y dejando obsoletos muchos convenios en vigor e interfiriendo en muchas de las 4.500 mesas de negociación colectivas en España.
La última subida del SMI que acordó el Ministerio de Trabajo de forma bipartita con CCOO y UGT el pasado febrero para elevarlo desde los 965 euros a los 1.000 euros, no contó con el respaldo de los empresarios, ya que la Confederación Empresarial de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la patronal de las pymes, Cepyme, lo rechazaron.
De hecho, Cepyme destaca que esta última subida ha creado una mayor homogeneidad retributiva en España, ya que no se ha tenido en cuenta la productividad del territorio, del sector ni del tamaño de la empresa.
La productividad de las pequeñas empresas es casi 2,6 veces menos que la de las grandes empresas, y se agrava aún más según el sector y el territorio. Por lo que, una menor competitividad de las pymes dificulta exponencialmente la posibilidad de aplicar el SMI en el sueldo final de los trabajadores.
En España, el salario mínimo supone el 57,8% del salario medio en España, situado en 1.729 euros; mientras que en las empresas de menos de 50 trabajadores supone el 69,5% del salario medio, cifrado en 1.439 euros.
Afectación en el sector servicios
Según un estudio que ha realizado CEPYME para analizar el impacto del SMI en las pymes, en el sector servicios, el SMI es el 59,2% del salario medio, pero en el caso de las empresas de menos de 50 trabajadores el impacto es aún mayor.
En las pequeñas empresas el SMI es más del 60% del salario medio sin excepción en ninguna comunidad, incluso, llega a niveles superiores al 80%. Por ejemplo, en Canarias con un salario medio de 1.104 es del 90,5%, en Extremadura con 1.135 euros (88,1%), en Castilla y León con 1.210 euros (82,6%), en La Rioja con 1.216 euros (82,2%) o en Murcia con 1.220 euros (82%).
El mismo estudio destaca que las actividades más perjudicadas son la hostelería (1.093 euros/mes), actividades administrativas (1.249 euros) , arte y ocio (1.357) y el comercio (1.501 euros), donde el salario mínimo ya supera el 65% del salario medio.
Según el territorio, el incremento del SMI ha impactado más en las comunidades autónomas donde el salario medio es menor. En las comunidades autónomas de Canarias y Extremadura, el SMI se sitúa por encima del 70% de su salario medio, 1.367 y 1.408 euros respectivamente. No obstante, esta situación cambia cuando se analiza por provincias.
En 18 provincias el salario mínimo equivale a más del 65% del salario medio español. En estas provincias los continuos incrementos han provocado un mayor desplazamiento de las tablas salariales, creando una mayor vulnerabilidad en la subidas salariales.
En Madrid, Álava y Guipúzcoa el salario mínimo supone menos del 50% de la remuneración media; mientras que Zamora (1.269 euros/m) y Ávila (1.302 euros/m) se perjudicadas en el 75%.
Genera menos empleo
La subida del salario mínimo interprofesional ha impedido la creación de 161.000 empleos entre 2016 y 2021 y amenaza con generar mayor tasa de paro. El SMI afecta principalmente a las ocupaciones que no exigen tanta experiencia y a las que, por lo tanto, le corresponden menores remuneraciones, al ser las menos productivas para la economía española. De hecho, subrayan que si el incremento del SMI desde 2019 hubiera sido más moderado, podrían haberse creado otros 29.400 puestos de trabajo.
Frente a los argumentos de que un alza del SMI provoca una mejora en los colectivos más vulnerables, las cifras evidencian que el impacto en la creación de empleo daña más a las mujeres (con -1,3% en 2021), a los jóvenes y a los trabajadores menos cualificados y sin experiencia.
Además, un incremento no moderado del salario mínimo puede incentivar en un futuro el reemplazo de puestos de trabajo por maquinaria o robots, lo que provocaría un incremento permanente del desempleo.