La start-up solidaria Worldcoo salta a Italia
Worldcoo capta a los ferrocarriles italianos para su causa solidaria, que alimenta a ONG de todo el mundo gracias al comercio on line
Worldcoo traspasa fronteras con su sistema de recaudación de fondos para ONG en las compras on line. La «start-up» barcelonesa inicia su internacionalización este año con un acuerdo con Tren Italia, el principal operador ferroviario del país, según explica a Economía Digital el cofundador de la compañía Aureli Bou.
En unos días, cuando un cliente compre un billete de tren en Italia podrá aprovechar la transacción y añadir un euro para un proyecto de cooperación. La iniciativa solidaria no será el único proyecto fuera de España de Worldcoo, que está en negociaciones con portales de comercio electrónico franceses y con un banco italiano para que incorporen sus servicios.
El modelo de negocio de esta empresa social se basa en los acuerdos con plataformas «on line». Cuando un usuario compra o realiza una operación puede donar dinero a alguno de los proyectos solidarios seleccionados por la «start-up», que tiene convenios con un centenar de ONG entre las que se encuentran Oxfam, Médicos Sin Fronteras o WWF.
Worldcoo transfiere íntegramente los donativos a los proyectos solidarios y las ONG pagan un 8% de lo recaudado. En 2016, la compañía recaudó 314.000 euros destinados a un centenar de proyectos sociales y de cooperación.
Acuerdos con bancos y tiendas físicas
El reto de la «start-up» fundada por Bou y Sergi Figueres es llegar a acuerdos con distribuidores como supermercados y grandes almacenes. «Queremos que cuando se pague con tarjeta se pueda redondear la compra para fines solidarios en el propio TPV», señala Bou. Siguiendo el modelo del Banco de Alimentos, la iniciativa se acompañará de elementos de marketing en el punto de venta para informar a los clientes de la opción que encontrarán al pasar por caja.
Otra línea de negocio de Worldcoo es la banca on line, a través de acuerdos como el firmado con Banc Sabadell para dar la posibilidad en las transferencias de añadir una aportación solidaria de un euro. Este acuerdo se extenderá en los próximos meses a BBVA y Evo Banco.
Proyectos solidarios supervisados in situ
Cada empresa asociada con la «start-up» catalana tiene vinculada una causa solidaria. «Hablamos con el comercio para saber qué tipo de cosas interesa a su cliente», apunta Bou. Además, los embajadores de Worldcoo en 25 países se encargan de visitar por sorpresa a las ONG para supervisar los proyectos. Precisamente la transparencia es uno de los criterios que prioriza la compañía para seleccionar a las organizaciones que recibirán los fondos.
Con una facturación cercana a los 50.000 euros en 2016, la «start-up» solidaria busca «aportar valor a la sociedad», en palabras de Bou. Esta voluntad también rige las dinámicas internas de la empresa. Por estatutos, los altos cargos tienen límites salariales y los dividendos de los accionistas se limitan a un 20% del beneficio.
Además, en Navidad los trabajadores de Worldcoo dedican unas horas a voluntariado, actividad que les sirve para «crear equipo». El año pasado acondicionaron un huerto urbano. Se trata, según Bou, de «predicar con el ejemplo» al tratarse de una empresa social.
La empresa ha conseguido levantar 3,5 millones de euros en rondas de inversión y obtuvo una ayuda de dos millones de euros de la Unión Europea en el marco del plan Horizon 2020. Su meta final es convertirse en la herramienta líder para financiar proyectos sociales y para ello se marcan el objetivo de recaudar este año donaciones por valor de un millón de euros.