La segunda llamada de socorro de Martinsa-Fadesa divide a la banca
La inmobiliaria lanza una nueva propuesta a los acreedores para lograr 197 millones y evitar la quiebra
Por segunda vez en apenas 15 días, los acreedores de Martinsa-Fadesa tendrán que decidir si acuden al rescate de la inmobiliaria presidida por Fernando Martín, que necesita ingresar con urgencia 197 millones de euros para revertir la situación de caja negativa y evitar entrar formalmente en causa de disolución.
La primera propuesta de la compañía, que solicitaba a los acreedores convertir deuda subordinada en créditos participativos, fue rechazada. El segundo planteamiento no dista demasiado del primero. La propuesta de la dirección es convertir en préstamos participativos, que otorgan la posibilidad futura de entrar en el grupo, deuda subordinada y ordinaria. De esta manera, informan fuentes financieras, Martinsa-Fadesa abre más el abanico entre las entidades acreedoras que puedan aportar liquidez.
¿Venta de patrimonio?
La propuesta anterior volcaba un gran peso sobre Bankia, que posee el 60% de la deuda subordinada, y que se consideraba, dicen las mismas fuentes, la más perjudicada de llevarse a cabo la operación. La firma ha pedido una respuesta a los acreedores la próxima semana.
Algunos de ellos ya han dicho que no. Fernando Martín tiene que lidiar en las negociaciones con un sector muy crítico con su gestión al frente de la compañía que sigue dando negativas a sus propuestas. La tensión se agravó después de que la empresa fuera incapaz de hacer frente al convenio con los acreedores al no abonar la deuda comprometida en 2013, 36 millones de euros.
Desde este sector crítico piden otro tipo de soluciones, como que la compañía venda parte de su amplio patrimonio para engordar sus arcas.
Diferencia de posturas
En el otro grupo, en el que están Novagalicia, La Caixa, la Sareb, la propia Bankia o el Popular, se piensan la respuesta. La decisión no está tomada aunque, según fuentes financieras, la mayoría se inclina, a día de hoy, por volver a dar la espalda a la compañía y no canjear su deuda, con lo que forzaría a la empresa a plantear una nueva propuesta.
La respuesta que espera la empresa para la próxima semana no tiene por qué ser unívoca. Puede suceder que una parte de estas entidades canjeen la deuda y otra no, como sucedió en una operación similar en 2013 que permitió a Martinsa-Fadesa convertir créditos subordinados en participativos por importe de 139 millones de euros.
El peor escenario
Entre las entidades financieras hay alarma por la situación de la compañía, que al cierre del tercer trimestre de 2013, el pasado septiembre, presentaba un patrimonio neto negativo de 3.949 millones de euros.
“El escenario más pesimista es que la próxima semana se declare la liquidación de la compañía. Hay pocas probabilidades de que eso ocurra y siempre en caso de que se diga que no. Se ha hecho una propuesta para todas las entidades y con que una parte acepte y canjee deuda basta para salvar a la compañía. Y también es cierto que cuenta con patrimonio para vender en caso de que sea necesario. Pero, efectivamente, hay una posibilidad de que todo acabe en la liquidación”, explican en la banca acreedora.