La Seda pide permiso al juez para despedir al 25% del personal de administración
La compañía alega que el volumen de trabajo ha bajado por el cierre de la factoría de Grecia y el recorte de actividad en Italia
La Seda de Barcelona empieza a recortar los costes laborales de la empresa. La química en concurso de acreedores ha pedido permiso a la titular del Juzgado de lo Mercantil 1 de Barcelona, Yolanda Ríos, para presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará al 25% del personal de administración de la sede central, situada en El Prat del Llobregat (Barcelona).
El grupo ha justificado ante la magistrada que la reestructuración del negocio ha provocado que el departamento estuviera sobredimensionado. El informe asegura que la carga de trabajo ha disminuido tras cerrar las puertas en Grecia y reducir la actividad en Italia, afirman fuentes conocedoras del documento.
Sin afectación al personal de producción
Interlocutores del entorno del presidente de La Seda, Carlos Moreira, tachan de “ajuste puntual” la medida. Recuerdan que afectará a 16 personas de una plantilla de 65 y que no tendrá ningún impacto para el personal de producción.
Los trabajadores de El Prat temen nuevos recortes en lo que queda de año. Las mismas fuentes recuerdan que la estrategia para recuperar la viabilidad de La Seda pasa por desprenderse de la factoría, no rebajar la carga laboral. Precisamente, mantener la plantilla ha sido uno de los puntos que más se han valorado en los tribunales de lo mercantil de Barcelona en las últimas ventas de unidades productivas.
Visto bueno de la juez
La magistrada aún no se ha pronunciado respecto al expediente. La administración concursal, Forest Partners, también espera que Ríos de el visto bueno para vender la actividad química en España. Es decir, la sede central y la planta de IQA en Tarragona.
La Seda pretende mantener, por el momento, la actividad de embalaje en el país y toda la de sus filiales internacionales.