La reconversión de Coca-Cola despierta la rivalidad interregional
Los afectados por el cierre de la fábrica de Madrid llaman al boicot de la bebida “por llevar los puestos de trabajo a Catalunya”
La unificación de las embotelladoras de Coca-Cola ha aflorado el conflicto por los diferentes criterios comerciales y de distribución. Los trabajadores de la fábrica de Fuenlabrada (Madrid) han alzado la voz contra la nueva política de la embotelladora única que cerrará el centro de Madrid (y otras tres plantas) y trasladará los puestos de trabajo a las fábricas ubicadas en la costa.
La embotelladora única asegura que la distribución desde la periferia hacia el centro es mucho más rentable y eficaz y justifica que la planta de Madrid era la menos competitiva de toda España por los altos salarios. “Logramos mejores condiciones laborales fruto de los años de reivindicación”, explica Francisco Bermejo, portavoz de CCOO. Por convenio, la plantilla no trabaja ni fines de semanas ni festivos como Nochebuena y Navidad.
Accionistas mayoritarios
Los trabajadores de Madrid aseguran que la política de la nueva empresa, donde los accionistas catalanes y valencianos salieron reforzados, camina en dirección opuesta a la política establecida por la antigua embotelladora Casbega, que servía el centro del país. También consideran que la nueva dirección pretende cuestionar las decisiones estratégicas tomadas por la anterior embotelladora.
La compañía unificada ha respondido que todas las acciones se han decidido por criterios estrictamente de rentabilidad y eficiencia y muestra de ello –asegura—es que la sede central ha sido instalada en Madrid.
Los trabajadores han iniciado una agresiva campaña en la capital llamando al boicot de la bebida carbonatada. “No producimos, no consumimos”, recogen los carteles desplegados en Madrid por los trabajadores y sindicalistas. El movimiento de protesta también ha convocado movilizaciones desde la fábrica hasta la Puerta del Sol el próximo domingo. El ministro de Alimentación, Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, se ha ofrecido como mediador en el conflicto laboral.
De la creación de empleo al ERE
En una visita oficial a España, el presidente de The Coca-Cola Company, Muhtar Kent, aseguró en abril pasado que la multinacional “quiere ser parte de la solución de la crisis generando crecimiento económico y creando empleo”, según publicó el diario Expansión.
Nueve meses después, la embotelladora española anunció un Expediente de Regulación de Empleo, ERE, que afectará a 1.200 trabajadores, porque asegura que las plantas no funcionan a pleno rendimiento.