La quiebra de Unipost salta al Congreso
Yolanda Díaz, diputada de En Marea-Podemos, preguntará por el interés de Correos en comprar la compañía postal de la familia Raventós
La crisis de Unipost toma dimensión política. La compañía de servicios postales de la familia Raventós vive en concurso de acreedores desde el pasado mes de julio y su futuro se acerca cada vez más a la liquidación, fijada como tarde para el mes de mayo. Sólo la aparición de un comprador podría cambiar el devenir de los acontecimientos, y el nombre de Correos aparece en el horizonte.
Como desveló Economía Digital, dirigentes de la empresa pública y miembros de la administración concursal, en manos del despacho Jausas Legal, se reunieron el pasado mes de octubre para estudiar la adquisición de la empresa privada por parte del antiguo monopolio del Estado. Fue sólo una de las muestras de interés recibidas por el representante judicial.
Ahora, a petición del sindicato CGT, Yolanda Díaz, diputada de En Marea-Podemos, pedirá que el gobierno español rinda cuentas sobre el acercamiento. El próximo 13 de diciembre, el grupo preguntará por los fundamentos y el “estado” de la negociación de la operación.
El único requisito para que Correos compre Unipost es que obtenga el permiso de la SEPI
También hará hincapié en las consecuencias para los trabajadores: “¿Incluirá dicho acuerdo el mantenimiento de todos los puestos de trabajo, incluidos los posibles afectados por la primera fase del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) iniciado el mes de diciembre?”, reza la segunda parte de la cuestión.
Además, la política gallega revela que miembros de Jausas Legal ya comunicaron a los trabajadores de Unipost el interés de Correos en las reuniones para la negociación. Las conversaciones fueron calificadas de «primera toma de contacto». Mientras, fuentes de la administración concursal y de la empresa pública confirmaron a este medio los contactos.
Un portavoz de la firma dependiente del Ministerio de Hacienda señaló que la compañía no tiene ningún impedimento legal para afrontar este tipo de operaciones. “Según el volumen de la compra deberíamos solicitar autorización a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), de la que formamos parte”. El beneplácito de la entidad es el único requisito.
De consumarse la operación, Correos deberá pagar la deuda de 4,6 millones contraída con la Seguridad Social y los pagos a los empleados que Fogasa no cubra.
Unipost en cifras
La documentación a la que ha tenido acceso Economía Digital revela unos números rojos de 9,8 millones de euros entre enero hasta el pasado mes de agosto en las cuentas de Unipost. El agujero multiplica por 2,4 los 4 millones negativos del 2016 y prácticamente quintuplica los 2,1 millones perdidos en 2015 por la firma de la familia Raventós.
La facturación también cayó por segundo año consecutivo. Si hace dos años fue de 93,9 millones y el año pasado de 91,3 millones de euros, en los primeros ocho meses de 2017 las ventas fueron de 55,7 millones. La proyección del ejercicio completo es de 82,8 millones, una reducción del 9,3%.