La plantilla de Unicaja exige al banco que aclare las condiciones del ERE

Los trabajadores quieren saber si las bajas serán voluntarias, si habrá rangos de edad, cupos, indemnizaciones y cuáles serán las ciudades más afectadas

El presidente de Unicaja, Manuel Azuaga y el presidente de Liberbank, Manuel Menéndez durante la presentación del proyecto común de fusión.

El presidente de Unicaja, Manuel Azuaga y el presidente de Liberbank, Manuel Menéndez.

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Las negociaciones del ERE de Unicaja avanzan muy lentas y los más de 9.000 trabajadores que hay en plantilla tras la fusión con Liberbank se impacientan 15 días después de que el banco anunciara la salida de 1.513 personas y el cierre de 395 oficinas.  

Siguen sin saber cómo serán las condiciones del ERE, si las bajas serán voluntarias, si habrá rangos de edad, cupos, la cuantía económica y qué ciudades se verán más afectadas. Desde el pasado 5 de octubre y hasta hoy, el banco no ha dado nada más de información que la cifra de afectados.  

Otro de las medidas que preocupa a los trabajadores es a cuánta gente afectará la movilidad geográfica y cómo se llevará a cabo. Pero el banco malagueño tampoco se ha pronunciado sobre esto. En las reuniones celebradas este mes de octubre, dentro del periodo informal de negociación, se ha limitado a aportar un informe que justifica el procedimiento de despido colectivo. 

Tomando como referencia el ERE de Banc Sabadell, que se ha negociado solo con un mes de antelación al de Unicaja, el banco desveló en las primeras reuniones (dentro del periodo informal) que la mayoría de salidas se concentraría en el personal de la red de oficinas, la intención de no cubrir todas las bajas con prejubilaicones o de hacer recolocaciones.  

Ya en el periodo formal, detallaron los cupos de edad o los trabajadores que quedarían fuera del ERE, por ejemplo, la alta dirección. En este contexto, los sindicatos de Unicaja exigen al banco que aclare las condiciones de salida porque “genera mucha incertidumbre y malestar el no saber si estarás dentro o fuera”.  

Lo que si ha hecho la entidad es poner de manifiesto que todos los trabajadores que se queden deberían tener las condiciones laborales que tienen actualmente los empleados de Unicaja, “y lo que es peor” esperan que esta adaptación sea a coste cero, sin aumentar los gastos laborales. Lo que pone en preaviso de que algunos empleados se verán penalizados.  

La homologación de condiciones de las dos entidades está siendo un dolor de cabeza para Unicaja, ya que se ha encontrado que los que proceden de Liberbank tampoco tienen los mismos contratos de trabajo. Es decir, los trabajadores tienen distintos horarios, dietas o salario. 

Buena parte de la plantilla de Liberbank procede de Cajastur, Caja de Extremadura, Caja Cantabria o Banco Castilla-La Mancha, entidades que se integraron en el banco asturiano. Pero en 10 años, el asturiano no igualó sus condiciones, así que conservan los contratos de las cajas de procedencia y ahora tendrá que ser Unicaja quien realice esta labor.   

La representación laboral espera que el banco malagueño de más datos y amplíe información sobre el ERE este mismo miércoles, día en el que hay convocada una nueva reunión. Aunque algunos ya han hecho sus cálculos y revelan que los excedentes por la fusión se concentran sobre todo en los servicios centrales de Asturias, Extremadura y Castilla-La Mancha.  

Los mismos destacan que el solapamiento de oficinas es mínimo y por tanto, los cierres serán sobre todo en Castilla-La Mancha y Extremadura, en concreto, en Cáceres y Ciudad Real. Confían en que Unicaja concrete el número de cierres por provincias esta semana.  

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