La plantilla de Nissan Barcelona pide auxilio político
Los trabajadores se reúnen con el Ayuntamiento, la Generalitat y el Gobierno de España con tal de forzar algún gesto de la dirección. La planta está al 40%
El ruido de motores hace tiempo que dejó de ser estridente en la fábrica de Nissan en Barcelona. Lejos quedan los más de 190.000 vehículos que salieron de la instalación en 2017, pues hoy la planta funciona al 40% de su capacidad. Y la tendencia es a la baja: en la Zona Franca ya se da por perdido otro modelo. Por ello, los trabajadores piden un salvavidas a las instituciones.
Fuentes del comité de empresa explican a Economía Digital que ya tienen concertadas reuniones con el Ayuntamiento, el departament d’Indústria de la Generalitat de Catalunya y el Ministerio de Industria para las próximas semanas. La primera será con el consistorio, emplazan.
Los sindicatos de Nissan tomaron la decisión de pedir auxilio político tras la última reunión mantenida con Genís Alonso, el máximo responsable de la fábrica catalana, por el nuevo convenio colectivo. Divididos en sus peticiones, los representantes de los trabajadores sí hicieron un frente común para pedir un plan industrial ante la falta de producto.
La respuesta fue la misma que en los últimos meses: “estamos trabajando en ello, tened confianza”. No obstante, la paciencia se agotó ante la falta de concreción. Las palabras del máximo responsable de la Alianza Nissan–Renault, José Vicente de los Mozos, hace dos meses suenan ahora vacías. “Sólo pido tiempo, encontraremos una solución para Barcelona”, prometió en varias entrevistas. “Ni siquiera nos hemos visto desde entonces”, contesta la plantilla.
La situación de Nissan Zona Franca es el último de los problemas de la compañía, centrada en la detención de su ya expresidente Carlos Ghosn
Poco más puede hacer la dirección española por una decisión que depende de las oficinas centrales de Japón. Y en el archipiélago la salud de la instalación mediterránea es uno de los últimos problemas actuales tras la detención del ya expresidente de la compañía, Carlos Ghosn, por presuntas irregularidades fiscales.
El encarcelamiento fue seguido por varias declaraciones de los principales ejecutivos de Nissan que pedían redefinir la alianza entre Nissan y Renault en favor de la marca nipona. Parece complicado que con los cimientos de la asociación tambaleándose, el fabricante francés asigne algún producto a una fábrica de su socio.
Pero durante la espera, la rumorología es la reina. «Un día nos dicen que puede caer alguna cosa de Mitsubishi, otro día nos cuentan que puede llegar alguna gama del Micra, pero al final no se concreta nada», lamenta la plantilla. Y la atonía no tiene visos de quedar aparcada. El fabricante japonés no adjudicará nuevos modelos hasta 2021 –por lo que su llegada podría prolongarse hasta 2022–.
Otro recorte de producción
Las cifras del ejercicio 2018/2019 –de abril a marzo— se mantienen en la misma atonía con la que se cerró la temporada pasada. De los más de 100.000 vehículos que salieron al mercado durante el ejercicio 2016/2017 –de abril a marzo— se pasaron a 89.000 en la temporada 2017/2018; Una caída superior al 10%.
Según los planes presentados por la dirección a los trabajadores, sólo 81.548 coches saldrán de la instalación a lo largo del año fiscal. La baja es debida a «problemas con las emisiones y la continua caída del mercado de Oriente Medio«.