La plantilla de Nissan amenaza con movilizaciones si no se acelera la reindustrialización
Los sindicatos exigen a la empresa, la Generalitat y el Gobierno que encuentren un inversor "con cara y ojos" tras comprobar como se ralentizan los avances de la reindustrialización
A falta de ocho meses para el cierre definitivo de la fábrica de Nissan en Barcelona, la plantilla pide agilizar la búsqueda de inversores bajo la amenaza de más movilizaciones como las protagonizadas durante el pasado verano. Los sindicatos de la instalación catalana advirtieron que si el próximo 4 de mayo no se les presenta una alternativa industrial creíble para el centro volverán a tomar las calles.
En una rueda de prensa conjunta; CCOO, UGT, USOC y CGT, señalaron que la reunión con la Generalitat y el Gobierno prevista para la primera semana de mayo debe suponer un acelerón para la reindustrialización. Los sindicatos lanzaron un ultimátum para tratar de encontrar un proyecto que sea capaz de absorber los 1.600 empleos directos a los que representan. «Las administraciones no están a la altura», denunciaron.
En el acto estuvieron presentes los líderes en Cataluña de CC.OO. (Javier Pacheco), UGT (Camil Ros), USOC (María Recuero) y CGT (Ermengol Gassiot). El mensaje fue coincidente: hace falta un proyecto «con cara y ojos» y no la alianza promovida por varias empresas más pequeñas para convertir la planta de la Zona Franca en un hub de electromovilidad. Esta es ahora la opción que parece más viable de las que hay sobre la mesa.
Pacheco también pidió responsabilidades a la empresa. «Nissan debe dejar la planta en funcionamiento antes de irse para respetar el espíritu de ese acuerdo, y si tiene que cambiar el calendario previsto, que lo haga», dijo. En el acuerdo firmado en verano, la automovilística se comprometió a mantener la actividad hasta el 31 de diciembre.
A las tesis se sumó Camil Ros: «Nissan tiene una responsabilidad social y un compromiso con los comités de empresa. O hace el trabajo o la presión le caerá encima».
Nissan va camino de ser un ‘hub’ de electromovilidad
Los sindicatos expresaron así sus temores de que la instalación barcelonesa se transforme en un hub de electromovilidad que aglutine a distintos fabricantes como QEV Technologies, Volta Trucks, Inzile o Silence. Según los sindicatos, ninguna de estas compañías tiene capacidad para absorber a más de 300 trabajadores.
La mesa de reindustrialización dijo en un comunicado emitido a comienzos de abril que había recibido un total de 17 propuestas de 13 empresas interesadas en los terrenos que ocupa la multinacional en la Zona Franca de Barcelona, en Montcada i Reixac y en Sant Andreu de la Barca, instalaciones que empleaban a un total de 2.500 personas.
Parece que la opción de convertir el centro barcelonés en una planta de baterías ya quedó prácticamente descartado. Como avanzó Economía Digital, una de las únicas opciones para ocupar la totalidad de la fábrica es Rivian, un productor de vehículos eléctricos especializado en furgonetas y pick ups. Sin embargo, parece que el interés no está tan avanzado como el de las firmas presentes en el hub de electromovilidad.