La patronal de jamón ibérico acusa a El Pozo de incumplir la normativa

Asici confirma que el lote navideño de jamón de cebo Legado Ibérico, una marca de El Pozo, induce a la confusión a los consumidores

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La Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici) ha acreditado este jueves las prácticas comerciales fraudulentas de El Pozo Alimentación en el lote navideño de jamones de cebo de su marca Legado Ibérico. El empaque y etiquetado inducen a la confusión a los consumidores y engañan sobre la calidad del producto, confirmó la patronal del sector, que a su vez ha acusado al fabricante murciano de incumplir con la norma de calidad del cerdo ibérico.

Asici –cuya junta directiva tiene como vocal al veterinario jefe de El Pozo, Pedro Olivares– asegura que ha elevado el asunto a la autoridad competente. Tras la publicación sobre la estafa del jamón Legado Ibérico, la interprofesional ha verificado, vía correo electrónico, que «la presentación» del producto «no cumple con lo que establece el Real Decreto 4/2014 e induce a confusión a los consumidores», tal como denunció el pasado miércoles Economía Digital

«A partir de este momento, son ellos [la autoridad competente] quienes deben adoptar las medidas que estimen oportunas», ha añadido el departamento de comunicación de Asici en un email firmado por el director de la oficina, Jesús Pérez Aguilar. En primera instancia, al ser consultado vía telefónica sobre este engaño, Pérez se negó a responder toda consulta de este periódico debido a que publicaciones pasadas han cuestionado la supuesta labor de defensa del cerdo ibérico de la entidad.

Como número uno de comunicación de Asici –designada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) como el monopolio que controla y asigna los precintos diferenciadores que exige la norma de calidad de los jamones ibéricos–, Pérez intentó reducir a lo anecdótico un grave error cometido en la colocación de las bridas de colores en jamones expuestos en actividades promocionales del MAPA en el extranjero, en los que la patronal colaboró, informó este medio en noviembre pasado.

Pero las anomalías en el mundo del jamón rara vez son anecdóticas, sino sistemáticas. Grandes grupos alimentarios como El Pozo AlimentaciónCampofrío Food Group y Vall Companys están entre los que han incurrido en irregularidades en el sector. El más reciente ha sido el El Pozo, con un lote navideño diseñado con la evidente intención de confundir a los consumidores en la temporada de mayor demanda de jamón ibérico en el mercado doméstico, tal como ha reconocido Asici una vez desvelado el asunto.

Para esta época navideña, El Pozo ha introducido en los supermercados un lote navideño de jamón de cebo ibérico (50% raza ibérica) de Legado Ibérico, marca que según el gigante alimentario es «líder en España por cuota de mercado». En los supermercados Alcampo tiene un importe de 215 euros, e incluye –además de una pieza entera de jamón– vino, queso y otros productos. Pero la presentación tiene varios elementos que incumplen con la norma de calidad del ibérico (Real Decreto 4/2014, de 10 de enero). 

El Pozo confunde a los consumidores

La normativa insiste en que se debe evitar la confusión entre los consumidores, pero con este jamón El Pozo va por la libre. La caja del lote muestra la fotografía de un jamón ibérico con un precinto o brida negra fuera de norma, pero el producto que está dentro debe por ley llevar una brida oficial de color blanco, que indica que proviene de un cerdo cruzado alimentado con pienso y no con bellota en la dehesa, a diferencia del cochillo 100% raza ibérica cuyos jamones con precinto negro son indicativos de la mayor calidad posible.

Esto es como que el etiquetado del vino espumoso más barato del supermercado incluya un sello distintivo muy similar al oficial que certifica que el champán se ha elaborado bajo ciertos estándares y en una geografía y condiciones específicas. O como que una camiseta de Primark tenga el logo de Supreme, por poner un ejemplo que no es equiparable al cien por cien al tipo de normativa que regula la fabricación de la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibérico, pero que en la práctica es similar.

La norma de calidad también incide en el tamaño y el color de la letra en el campo visual del etiquetado del jamón ibérico, imponiendo que tanto el nombre comercial como las designaciones que componen la denominación de venta figuren en un lugar destacado y en el mismo campo comercial. Como muchos otros fabricantes, El Pozo vulnera esta parte de la norma de calidad al poner el porcentaje racial (50% raza ibérica) en menor tamaño y con un color diferente que, según qué perspectiva, se difumina con el color de fondo.

Por si fuera poco, muchos productos de calidades inferiores al jamón 100% ibérico de bellota aparecen en fotografías promocionales en su web sin la brida blanca, roja o verde de norma que les corresponde. El Real Decreto impone que la denominación de venta debe estar presente en todo: etiquetado, facturas, albaranes, publicidad, folletos y cartelería en puntos de venta. Y añade que no se se podrá «inducir a confusión al consumidor» sobre «sus características raciales», una práctica presente en la web de Legado Ibérico.

Ninguno de los directivos de El Pozo con los que este medio intentó ponerse en contacto ha atendido las consultas sobre este engaño. No obstante, dos días después de la primera publicación al respecto, la compañía envió un comunicado en el que pedía «disculpas» por «la confusión que haya podido generar la fotografía que, por error, aparece en el empaque de jamón». Es decir, el fabricante alega que es una equivocación.

«Nunca hemos tenido intención de confundir a nuestros consumidores, como lo demuestra el hecho de que aparece hasta en cuatro ocasiones, y en lugares destacados del lote navideño de nuestra marca Legado Ibérico, que la pieza es jamón de cebo ibérico 50% raza ibérica», añade el comunicado.

Alessandro Solís Lerici

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