La mitad de los fraudes empresariales los cometen empleados
Seis de cada diez empresas españolas sufre fraudes o delitos económicos, de acuerdo con PwC. La media mundial se queda muy atrás
La encuesta mundial sobre fraude y delito económico que PwC publica cada dos años sirve como termómetro para valorar el nivel de seguridad de las empresas. Los resultados de 2018 conectan ciertas alarmas: más de la mitad de las empresas españolas ha sido víctima de algún delito económico en los dos últimos años.
Así se desprende del informe elaborado a partir de la encuesta anual a más de 7.000 compañías. En comparación con el porcentaje del 49% de empresas víctima de estos delitos a nivel mundial, España ve como las compañías perjudicadas llegan hasta el 54%.
El número total de fraudes se ha elevado casi 20 puntos desde 2009, pero el factor de mayor preocupación viene del origen de estas acometidas. Un 50% de los delitos que se producen se cometen por alguna persona dentro de la organización.
Tipos de delito
La variedad de delitos que se cometen contra las empresas es amplia, desde la apropiación indebida de activos, hasta la corrupción, la extorsión y el soborno, pasando por la manipulación contable y el ciberfraude.
El desarrollo de nuevas tecnologías ha propiciado una mayor efectividad en los mecanismos de detección de estas amenazas, pero también ha favorecido la propagación de ataques cibernéticos con objetivos estratégicos como el robo de propiedad intelectual.
“El fraude, en cualquiera de sus categorías y, en especial, el cibercrimen, ha derivado en nuevas amenazas que afectan a todas nuestras organizaciones”, asegura Javier López Andreo, socio responsable de forensic en PwC.
“La tecnología avanza a una velocidad vertiginosa, y es indispensable, seguir desarrollando medidas de prevención que eviten los daños y minimicen la presencia de los delitos económicos en las organizaciones”.
Precio elevado
El coste económico directo por empresa varía entre los 100.000 dólares y el millón, a lo que se suman costes indirectos invertidos en abogados o investigaciones internas y externas.
El impacto de estos delitos, no obstante, no se limita a las pérdidas directas o indirectas, sino que afecta a todos los ámbitos de la empresa.
La reputación de la marca, la confianza de los trabajadores y las relaciones empresariales son algunos de los factores que también se debilitan tras estas agresiones a las compañías.
Y nadie se salva:Yahoo, Sony, Uber o Equifax. Son sólo algunos de los nombres que han ocupado las noticias por intromisiones que han afectado a su seguridad.
De acuerdo al informe publicado por PwC,en los últimos dos años, el 69% de las compañías españolas ha aumentado el presupuesto destinado a luchar contra el delito económico y un 58% tiene previsto seguir haciéndolo durante los próximos dos años.