La mitad de la plantilla de BQ corre peligro por la mejor calidad de sus móviles
La empresa prepara recortes de presupuesto en el mayor departamento, especializado en la reparación de teléfonos. Unos 700 profesionales podrían acabar en la calle
Desde su creación en 2009, BQ, el fabricante de móviles marca España, ha basado su crecimiento en el soporte técnico. Con productos de gama media y con precios económicos, BQ ha desarrollado un moderno centro de soporte técnico en su sede de Rivas-Vaciamadrid para tramitar las numerosas reparaciones que exigían sus primeros teléfonos.
Los primeros teléfonos BQ, baratos, también daban problemas, un inconveniente que la compañía supo afrontar con un excelente servicio técnico, muy bien valorado por los clientes. Pero con el paso de los años, el fabricante, con una plantilla de 1.300 trabajadores, ha aprendido a desarrollar teléfonos con una menor incidencia de reparaciones.
Y lo que, en la mayoría de las compañías supondría una garantía de estabilidad, en BQ, con un departamento de reparaciones y post-venta de unos 700 trabajadores, supone un enorme peligro.
Conflicto laboral
Ahora, la compañía se ha propuesto una reducción de gastos en el departamento. Los trabajadores se quejan de que BQ ha prescindido de 80 trabajadores desde noviembre. Entre contratos que no se renovaron y reducción de plantilla, el departamento de reparación y post-venta ha pasado de 780 a 700 trabajadores, según los cálculos de los sindicatos.
La plantilla está convencida de que BQ quiere externalizar el servicio post-venta para ahorrar en costes y, ante el temor de mayores pérdidas de empleo, prepara dos paros para el próximo jueves. «Pedimos que la empresa, que tiene más ventas y beneficios, siga apostando por crecimiento interno y no que externalice un servicio tan importante», explica Miguel Martín, delegado de Somos Sindicalistas.
Modelo de cercanía
La empresa ha justificado la disminución de trabajadores en reparaciones por un nuevo modelo de postventa que intentará llevar los puntos de reparación cerca de casa.
«Queremos que las tiendas de barrio que reparen ordenadores también estén capacitadas para reparar algunas averías. Con este esquema estamos más cerca del cliente y nos ahorramos las 24 o 48 horas de envíos», explica Rodrigo Prado, director general adjunto de la compañía. «En este momento, la idea no es externalizar en grandes empresas, pero no sé qué va a ocurrir a finales de año. Lo importante es que la empresa ofrezca buen servicio al cliente y siga siendo eficiente», agrega.
Con una participación del 7% en el mercado de la telefonía, BQ concibe y diseña los productos que fabrica en China con un equipo de unos 350 ingenieros. Cada producto es desarrollado por grupos de entre 50 y 70 ingenieros que permiten cinco o seis lanzamientos al año de teléfonos, tabletas, libros electrónicos e impresoras 3D, que se producen en Navarra.
La marca española ha hecho números para este año y está convencida de que 2016 no habrá crecimiento en el mercado de móviles. Los nuevos productos, tanto de su marca como la del resto de fabricantes, no tienen grandes novedades que hagan pensar en compras masivas de móviles inteligentes.
La compañía, que probablemente anuncie buenos resultados de ventas y beneficios en el ejercicio pasado, quiere ser prudente y tener colchón. Y ha puesto la lupa en su departamento de reparaciones.