La liquidación de La Seda, pendiente de la Audiencia de Barcelona
El tribunal debe resolver la alegación presentada por el fondo buitre Anchorage junto a Credit Suisse
El concurso de acreedores de La Seda de Barcelona ha transcendido el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Barcelona, quien gestiona la causa desde que el grupo declaró la quiebra a principios de julio del año pasado. La Audiencia de la capital catalana también se deberá pronunciar sobre el proceso de liquidación por petición del fondo buitre Anchorage y Credit Suisse, propietarios de gran parte de los créditos de la compañía. Los inversores estadounidenses han mantenido un pulso desde verano de 2012 con los propietarios de la química, el grupo portugués BA Vidro, para tomar el control. En esta parte del litigio cuentan con el apoyo de la entidad financiera.
La firma de private equity está representada por el bufete Cuatrecasas. El objetivo del recurso presentado es parar el proceso de liquidación. Anchorage alega que existía una propuesta de convenio y que ello impedía iniciar el troceo de La Seda; representada, a su vez, por Garrigues. Se optó por la vía de la liquidación porque la iniciativa no obtuvo el apoyo requerido de los acreedores, señalan fuentes cercanas a la titular del juzgado, Yolanda Ríos, quien ha regresado ya a la sala tras una baja de maternidad.
Liquidación negocio embalaje
La Audiencia desestimó la petición de la firma estadounidense de parar el troceo mientras no se resuelva la causa, indican los mismos interlocutores. De hecho, el proceso sigue su curso. Queda pendiente colocar la parte del negocio de La Seda más exitosa: la actividad de embalaje.
El administrador concursal, Ricard Estrada de Forest Partners, ha solicitado a Ríos que la banca acreedora levante las garantías de los préstamos. Esta parte del pasivo alcanza aproximadamente los 500 millones de euros entre el crédito ordinario y el PIK. Si Anchorage y Credit Suisse, básicamente, dan el visto bueno al plan, los gestores de La Seda podrán vender las acciones de Artenius Packaging Europe (APPE) al mejor postor. A cambio, estos acreedores percibirían el 70% de lo que se cobre con la venta de títulos más lo que reciba en el marco del proceso ordinario de liquidación, según consta en el plan de liquidación en manos de Ríos.
Plan ‘B’
No es el único escenario que contempla Estrada. Si los prestadores no dan su brazo a torcer, se tendrán que colocar los activos de APPE a través de un proceso de venta de unidad productiva. Fuentes empresariales indican que el objetivo, si se llega a este punto, será hacer una colocación rápida y con el mayor número de activos posibles para evitar que la compañía “quede en nada durante el camino”.
El proceso aún no ha empezado formalmente, aunque la administración concursal mantiene conversaciones con posibles compradores. El principal obstáculo para participar en la puja es el alto precio que se ha fijado como peaje de entrada, situado en casi 230 millones de euros. Esta cifra ha propiciado que algunas compañías replantearan su oferta, a pesar de que grandes corporaciones del sector (productores de embalajes de plástico, principalmente botellas) y fondos de inversión ultiman sus propuestas.
El concurso no ha parado la actividad ordinaria de la compañía. Los accionistas han sido convocados a una junta ordinaria que tendrá lugar en 15 días para aprobar las cuentas de la química. Esperan recibir más información del proceso de liquidación este día.