La ley anti-opas da vía libre a Vivendi en Prisa este verano
La norma que da la posibilidad al Ejecutivo de frenar a inversores europeos y oportunistas cae el 30 de junio
La respuesta a cuándo decidirá Vivendi ir a por más en Prisa está fuertemente condicionada por el escudo del Gobierno a las empresas estratégicas. El grupo francés ahora mismo necesita el sí de Moncloa para superar la barrera del 10%, pero los plazos para recibir una respuesta (hasta 6 meses) pueden ir en contra de sus intereses. No obstante, el grupo dirigido por Vincent Bolloré tienen una alternativa: esperar al 30 de junio.
Ese día, según se recoge en la norma que modifica la supervisión de los inversores extranjeros, decae dicho requisito. La medida, no obstante, solo aplica a empresas dentro de la Unión Europea, ya que la norma se mantiene para el resto de inversores internacionales.
«El impacto de la crisis global desencadenada por el COVID-19 hace necesario proteger los sectores estratégicos de nuestra economía», reza el Real Decreto-ley 34/2020 del pasado 17 de noviembre, en el que se vincula la necesidad de tomar esta medida a cómo la situación epidemiológica golpea a las empresas cotizadas, hundiendo su valor en bolsa.
Arnaud de Puyfontaine fue el emisario de Vincent Bolloré en su reunión con Pedro Sánchez
El tiempo es un factor fundamental en la estrategia de Vivendi, que el pasado jueves se reunió con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para trasladarle su postura sobre Prisa. Su apuesta es a largo plazo, con sentido industrial y en busca de sinergias, como así le explicó el consejero delegado, Arnaud de Puyfontaine, según distintos medios.
Sánchez, obligado a pronunciarse
El porcentaje de Vivendi, en el caso de verse incrementado antes del 30 de junio, no solo obligará a la compañía a solicitar permiso al Gobierno, sino que el propio Ejecutivo deberá pronunciarse sobre si un grupo extranjero puede adueñarse todavía más de un medio de comunicación emblemático en España.
El Ejecutivo tendría hasta 6 meses de margen para pronunciarse. Ni la situación ni los precedentes invitan a pensar en un no, ya que ya autorizó en julio una operación similar: la compra del operador español MásMóvil por parte de fondos estadounidenses (KKR, Cinven y Providence). También autorizó la opa del operador suizo SIX sobre Bolsas y Mercados Españoles (BME), aunque la oferta se lanzó antes de la pandemia.
El escudo anti-opas marca como empresas estratégicos a «los medios de comunicación». Y Prisa, con la radio más escuchada en España (Cadena SER) y el periódico en papel más leído (El País), encaja en esa descripción.
La reunión con Sánchez dejó claro que Vivendi irá a más en el grupo de medios españoles. También que pedirá presencia en el consejo de administración, pese a que el fondo de corte activista Amber, quien ha alentado su llegada para arrinconar a Banco Santander, ya tiene el control y le ha tendido mano para diseñar la próxima hoja de ruta para la compañía.
La llegada de Vivendi en Prisa no ha sido mal recibida por el presidente del Gobierno. El perfil político de Bolloré es más cercano a la derecha (es amigo de Nicolás Sarkozy), de acuerdo a medios franceses, lo que no encajaría en el espíritu de Prisa. Pero no importa, porque no se teme que su aterrizaje suponga un giro en la línea editorial de los medios del grupo.
Del 7,6 al 9,9% de Prisa en tres días
El aterrizaje de Vivendi en Prisa ha sido un auténtico terremoto en el ecosistema mediático. El dueño de El País, que llevaba meses siendo noticia por recibir ofertas y muestras de interés por sus medios — primero fue el empresario Blas Herrero y más tarde el grupo Vocento — , dice que ha encontrado al socio idóneo.
Para la entrada de Vivendi en el capital social fue necesaria la colaboración de HSBC, que llevaba tiempo en la rampa de salida de Prisa y entendía que su participación no era natural ni estratégica. La entidad británica era accionista desde hace años porque capitalizó deuda en acciones cuando la compañía pasaba por sus peores momentos.
Así, irrumpió por sorpresa en el accionariado. Su llegada fue bienvenida desde la corporación. “La inversión de Vivendi proporciona la fuerza y la seguridad necesarias para el proyecto futuro de Prisa y la dota de un nuevo aliado importante para llevar a cabo esos planes con éxito”, aseguró el propio Oughourlian en un comunicado oficial.
Pero Bolloré no se quedó ahí. Apenas tres días después, el grupo anunció que subía su participación hasta el 9,9%. “La estrategia de Vivendi tiene clarísimas sinergias con Prisa, para fortalecer sus contenidos digitales, tanto educativos como de información y entretenimiento en español”, reconocieron desde Francia.
Ahora queda por saber cuándo decidirá continuar con su escalada. Con una participación exactamente del 9,936%, como reconoció recientemente ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Vivendi debe decidir si espera el sí de Moncloa o los 150 días necesarios para que finalice el escudo anti-opas.