La juez cita a declarar a un socio de Portobello tras las acusaciones de estafa en Vivanta
Este jueves se toma declaración a Carlos Dolz y a antiguos ejecutivos de Vivanta por la supuesta estafa en la red de clínicas dentales y de estética
Continúa el enredo judicial de Portobello tras la adquisición de las clínicas dentales y estéticas que dieron como resultado el grupo Vivanta. El juzgado de instrucción nº49 de Madrid recibe esta mañana a uno de los socios del fondo capital riesgo y a dos exejecutivos de los negocios que adquirió hace años para avanzar en la investigación del supuesto caso de estafa del que se les acusa.
Así, a las 10.15h de la mañana de este jueves prestarán declaración en calidad de investigados Carlos Dolz, uno de los cinco socios de Portobello y el hombre del fondo en las negociaciones de compra; Juan Olave, ex consejero delegado de Vivanta, y Jordi González Burgada, ex director financiero de Vivanta.
La causa responde a una querella criminal por estafa, administración desleal y falsedad documental interpuesta por Ignacio Martínez. Este empresario es el ex propietario de la red de franquicias Unidental, que pasó a integrarse en el grupo Vivanta al igual que otras marcas como Láser 2000, Doctor Senís, Plénido, Avantdent y Anaga en el 2007,cuando fue adquirida por Portobello en plena fiebre inversora en las clínicas dentales low cost.
Martínez, no obstante, terminó demandando a los socios del fondo poco después. Esgrimió en sus argumentos que la compra de estas clínicas se cerró por un precio muy inferior al valor real de la compañía.
El variable no abonado
La polémica parte del acuerdo alcanzado entre las partes. Para la compra de los activos de Unidental (17 clínicas y el laboratorio donde se producían todos aquellos aprovisionamientos que las propias clínicas necesitaban para su operativa diaria) se acordó dividir el pago de una parte fija, establecida en siete veces el resultado bruto de explotación, y otra variable, que nunca llegó a cobrarse.
Sobre esta segunda parte hay que apuntar que el pago estaba condicionado a la buena evolución de la compañía, en concreto a que el resultado de explotación de 2018 fuera muy similar al del año anterior.
Fuentes de Portobello indican a Economía Digital que «Clínicas Vivanta ha pagado a José Ignacio Martínez la totalidad del precio según lo pactado en el acuerdo de compraventa, que incluía un pago fijo y uno variable bajo ciertas condiciones que no se cumplieron, por lo que este pago variable no tuvo que realizarse».
Un rosario de demandas
Las fuentes consultadas inciden en que esta es una de las muchas causas abiertas contra el fondo de capital riesgo Portobello. La compañía comenzó en 2019 a recibir demandas en los juzgados madrileños por parte de los socios minoritarios de Vivanta, que eran de diversa procedencia.
Portobello tiene abiertas varias causas en los juzgados
Otras fuentes, no obstante, remarcan que algunas de estas causas están siendo aparcadas por la justicia. Una de ellas se resolvió esta semana en el Juzgado de lo Mercantil nº 14 de Madrid. En un auto al que ha accedido Economía Digital se decreta el sobreseimiento provisional de una causa que investigaba un presunto caso de espionaje llevado a cabo desde el fondo.
«Al no acreditarse una finalidad de injerencia en los datos personales o intimidad del querellante, ni una lesión de las expectativas de confidencialidad, en consonancia con lo solicitado por el Ministerio Fiscal, procede acordar el sobreseimiento provisional», reza el documento.
De Portobello a BNP
Todas estas causas que hoy están bajo la lupa de la justicia forman parte del pasado, pues en la actualidad grupo Vivanta ha cambiado su accionariado y Portobello está de salida. De hecho, ni Olave ni Burgada, que declaran este jueves, siguen en la compañía.
De hecho, Portobello puso en venta la red de clínicas solo un año después de salir de compras en el sector dental. Según publicó El Confidencial, encargó al banco estadounidense Moelis & Co que buscara comprador para sus establecimientos por 300 millones.
Portobello exploró la venta de Vivanta poco después de comprar y engordar su red de clínicas dentales
Pero ante la falta de compradores y la situación de endeudamiento (de 260 millones, según las últimas cuentas de 2019), dos de sus acreedores capitalizaron parte de la deuda y pasaron a ser accionistas.
Fueron el banco francés BNP Paribas y el fondo estadounidense Ares Management, ahora socios mayoritarios frente a Portobello. Las fuentes consultadas apuntan a que el fondo de capital riesgo español sigue en la compañía pero mantiene cerca de un 17% del capital social.