La industria auxiliar del automóvil, en caída libre: pierde ingresos y márgenes

Los proveedores automovilísticos europeos facturan un 9% menos que en 2019 y ya notan la presión de los sobrecostes

Una de las plantas de Gestamp, uno de los mayores fabricantes españoles de componentes automovilísticos. Gestamp

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Menos ventas y más presión en los márgenes. 2022 va a ser un año duro para la industria auxiliar de la automoción, tras un 2021 que simbolizó la recuperación del primer impacto de la pandemia. Según el último informe de la Asociación Europea de Proveedores de Automoción (CLEPA), la facturación del sector en el primer semestre del año fue un 9% menos que en 2019.

La industria europea generó alrededor de 160.000 millones de euros en ventas durante la primera mitad de 2022. Esta cifra queda en un 1,1% por debajo de la facturación obtenida en 2021 y muy lejos de los 175.000 millones ingresados antes de la pandemia. “El optimismo con respecto a una fuerte recuperación posterior a covid ha perdido fuerza”, expone el informe.

Tras el confinamiento, los proveedores de las automovilísticas han tenido que hacer malabares para coordinar sus calendarios con los de los grandes fabricantes, que llevan dos años parando la producción de forma intermitente por la crisis de los semiconductores. “Es un tema gravísimo tanto para los fabricantes como para la auxiliar. Algunos de los dispositivos eléctricos que fabrican requieren de chips”, explica Antoni Freixa, presidente del Grupo de Trabajo de la Automoción del Colegio de Ingenieros de Cataluña.

A la escasez de estos componentes y su impacto en la fabricación, se suma la inflación energética y el encarecimiento de las materias primas, que ya empiezan a presionar sobre los costes de producción: más de la mitad de las mayores empresas del sector en el continente están viendo afectada su rentabilidad.

De media, el margen de beneficio operativo (EBIT) de los 23 proveedores automovilísticos más importantes en Europa se situaba sobre el 5% en 2019. En 2021, siete de estas compañías ya registraron una ganancia operativa por debajo del punto de referencia de la industria del año precrisis. En la primera mitad de 2022 ya fueron 16 las empresas situadas por debajo de este margen.

Del total, seis compañías registraron un margen de beneficios inferior al 1%, mientras que dos de ellas hasta marcaron beneficios en negativo. Concretamente, sus márgenes se situaron en el –1,3% y en el –2,9%. Estas empresas no han querido trasladar la inflación a su producto final y han vendido sus mercancías a un precio que no cubre los costes de producción.

Freixa añade que, en algunos casos, los proveedores y las grandes fábricas suelen firmar contratos de suministro de piezas a precio cerrado. “El precio se lo come el proveedor”, indica, lo que explicaría esa incapacidad de subir precios. Según el informe, la bajada de las ganancias operativas afecta negativamente a la capacidad de los proveedores para financiar inversiones, y a sus costes de financiación ya que este porcentaje “es una métrica importante para los bancos y mercados de capital”.

Baja el superávit comercial

Sobre el comercio internacional, el superávit de la UE cayó en 2.200 millones de euros hasta los 12.400 euros en los primeros meses de 2022 por la disminución de las exportaciones y el aumento de las importaciones. Concretamente, la industria exportó piezas por valor de 26.000 millones de euros, mientras que compró componentes por 13.600 millones de euros.

Aun así, la industria sigue siendo un polo de atracción de la inversión extranjera, creciendo un 13% en el primer semestre del año hasta los 7.500 millones. España fue el segundo país que más inversión motivó, el 22% del total, solo por detrás de Alemania, con el 56%.

Gran parte de estas cifras van destinadas a la transformación y electrificación de la industria para dejar atrás los modelos con combustible. Este cambio provocó la creación de 8.000 puestos de trabajo en Europa, pese a que también recortó 3.750 empleos vinculados a la industria tradicional, que no siempre se compensan entre sí. En España, en estos meses se llevó a 343 puestos de trabajo.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp