La independencia de Catalunya apenas afectaría a la economía española
El PIB podría descender entre un 0,3% y un 1,4%, en el peor escenario según la Cambra de Comerç
La economía española tiene un tamaño medio en el entorno de los países europeos, pero con la dimensión suficiente como para no quedar afectada en exceso si se produjera la independencia de Catalunya. Aunque las dos partes perderían, según un estudio de la Cambra de Comerç, la economía española sufriría un descenso del PIB entre el 0,3% y el 1,4%, en el peor escenario, que significaría una ruptura traumática que comportara boicots comerciales por las dos partes.
Siempre desde la premisa –cuestionable, como han afirmado en repetidas ocasiones las autoridades europeas– de que con la independencia de Catalunya la economía catalana seguiría en el euro y en la Unión Europea, la Cambra apunta cinco escenarios distintos, entre probable y muy poco probable.
El saldo comercial sería negativo
En función de si las reducciones del comercio bilateral fueran de entre el 10% y el 50% –esta última se considera casi imposible– los perjuicios para las dos partes serían distintos. En el caso de Catalunya, el descenso del PIB podría situarse entre el 1,1% y el 5,7%, mientras que respecto a una España sin Catalunya esa perdida sería de entre el 0,3% y el 1,4%.
Los saldos comerciales serían otra cosa. Aquí la economía catalana es más sólida, porque las empresas se han acabado orientando al sector exterior. El saldo comercial con el resto de España es claramente positivo en los últimos años y se ha situado alrededor del 5% del PIB.
Y, con la independencia, aunque siempre en el supuesto de que seguiría integrada en la Unión Europea, –como el anterior informe realizado sobre el impacto en el sector público– ese dato seguiría en positivo. El jefe del gabinete de estudios de la Cambra, Joan Ramon Rovira, incide en el hecho de que el saldo exterior total, “lo que incluye el resto de España y el extranjero”, fue en 2013 del 10,7% del PIB.
De superávit a déficit
En cambio, la economía española, que no sufriría tanto en términos de PIB, sí volvería a cifras en negativo en ese aspecto comercial. El cálculo que se establece dejaría a una España sin Catalunya con déficits comerciales del 1%. En 2013 tuvo un superávit del 2,4%, y si se le restara Catalunya, hubiera sido del 0,4%. Eso indica, según las proyecciones de la Cambra, que acabaría en déficits.
Rovira ha insistido en que la incertidumbre es grande, porque en un estudio no se puede recoger todos los imponderables, es decir, lo que pudiera ocurrir en una situación traumática, con una separación no pactada de Catalunya.
Un país con un PIB como Finlandia o Grecia
Las reducciones en el comercio bilateral afectarían más a las grandes empresas, pero, en todo caso, entre las previsiones de la Cambra, esa reducción podría ser entre el 15% o 20%, lejos de la cifra del 50% que se considera totalmente improbable.
Catalunya, en estos momentos, parte de una situación importante. Tiene un PIB similar a de Finlandia o Grecia, y un PIB ajustado por cápita –paridad de poder de compra– similar al del Finlandia, y sólo entre 10 y 13 puntos por debajo de Dinamarca y Austria. Aporta, en estos últimos años, casi la mitad del superávit comercial del conjunto de España (25.000 millones de euros).