La guerra entre los sindicatos de Acciona (Nissan) deja 500 despidos en el aire
UGT y Col·lectiu Ronda por un lado y CCOO y CGT por el otro se enzarzan mientras la empresa se arriesga a que se declare nulo el ERE presentado en verano
En todo expediente de regulación de empleo (ERE) se espera un conflicto entre empresa y sus sindicatos. Lo que no es tan habitual es que la batalla se traslade a los representantes de los trabajadores como ha ocurrido con el procedimiento de despido de la plantilla de Acciona subcontratada en la planta de Nissan en Barcelona. A un día de ir a juicio, las formaciones se acusan mutuamente de traición a la hora de llegar a acuerdos con la compañía. En juego están 500 despidos.
El procedimiento se arrastra desde el pasado verano, cuando la automovilística japonesa y la firma de servicios rescindieron el contrato que tenían debido al excedente de personal del fabricante. Los empleados afectados se dividieron: buena parte recurrió al Col·lectiu Ronda y solo una parte dejó que el Comité de Empresa negociase en su nombre.
Tras meses de ofertas y conversaciones y solo después de la presentación de una demanda colectiva en busca de la nulidad de los despidos, empresa y parte de la representación llegó a un acuerdo. Fue con el Col·lectiu Ronda y UGT. Sin embargo, los tribunales no homologaron el pacto al no estar firmado por todas las partes; CCOO y CGT se habían negado al considerar que no daba garantías sobre la recolocación.
Con la vista del juicio prevista para el jueves 18 de marzo, durante la semana pasada llegaron las prisas. Ambos bandos negociaron con la empresa por separado, pero solo uno consiguió firmar un acuerdo. Los otros vieron como Acciona les desconvocaba la reunión para firmar el pacto.
Este martes, la parte que agrupa al 85% de la plantilla y que está dirigida por el Col·lectiu Ronda y UGT anunció que había sellado la paz con la empresa con un acuerdo incluso superior al que desestimó el juez. La compañía presidida por José Manuel Entrecanales aceptó pagar 52 días por año trabajado sin topes así como posibilidades de recolocación.
En cambio, CCOO y CGT, que lideran al 15% restante, vieron como la cotizada se desdecía a última hora de un pacto que, según ellos, era “muy superior al otro” a la hora de garantizar el empleo. El foco de las iras se dirigió al Col·lectiu Ronda, al que acusan desde entonces de ir solamente a buscar el dinero.
El ERE de Acciona, a juicio
A la espera de un nuevo acuerdo sobre la campana, el jueves se celebrará el juicio entre la fracción de la plantilla que no llegó a un acuerdo y Acciona. Fuentes inmersas en el procedimiento explican que se buscará la nulidad del procedimiento. De conseguirse, la indemnización a pagar sería incluso más alta, pues la empresa no puede volver a contratar a los empleados porque los puestos de trabajo no existen.
Con el pacto firmado esta semana, la compañía se blinda ante un fallo contrario. Las 440 personas que aceptaron las condiciones propuestas no supondrán un coste añadido. Sin embargo, si el magistrado diera la razón a los demandantes, el acuerdo dejaría de ser considerado un despido, por lo que los empleados tendrían que soportar cargas fiscales mucho más elevadas.
Acciona fue la primera gran subcontrata afectada por el cierre de Nissan
Tras semanas de protestas de la plantilla en Barcelona, la cotizada española no dudó en señalar a la automovilística japonesa y su actitud como los principales responsables del despido colectivo. El 10 de agosto se rescindió el contrato de prestación de servicios. El 3 de octubre se hizo efectivo el ERE.
Mientras, Nissan formó a parte de su personal para que hiciera parte de las tareas del personal subcontratado. “Lamentando mucho la decisión, la única opción viable para Nissan es prepararse para la internalización de los servicios que hasta el 10 de agosto de 2020 nos venía prestando Acciona”, dijo el fabricante en un comunicado.
Ambas organizaciones se enzarzaron en un conflicto para dirimir el responsable final de la resolución del contrato. Lo que sí fue claro es que la compañía japonesa se negó a utilizar el personal de Acciona. Detrás del no de Nissan se esconde el excedente de personal provocado por las bajas producciones. Con el compromiso de mantener el empleo hasta diciembre de 2021 –fecha del cierre de la instalación–, a la firma ya le vino bien el adiós de Acciona para así poder dar salida a los asalariados desocupados.