La guerra entre Florentino PĆ©rez y los Benetton estalla en plena recuperaciĆ³n de Abertis

La concesionaria espaƱola, controlada por ACS y Atlantia, levantaba la cabeza tras un lustro movido entre opas, pƩrdida de autopistas y el difƭcil encaje de dos culturas empresariales distintas

florentino perez

El presidente de ACS y el Real Madrid, Florentino PĆ©rez. EFE

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Los que conocen a Florentino PĆ©rez saben que cuando se le pone algo entre ceja y ceja, pocos le paran. Muy probablemente tendrĆ” a MbappĆ© en el Bernabeu y su otro gran objetivo es el reinado en el negocio de las autopistas con Abertis y Atlantia. Son buenas noticias para los aficionados del Real Madrid pero no tanto para la plantilla de la mayor concesionaria espaƱola, pues el gran rival del presidente de ACS en su asalto al negocio viario no es otro que su socio en Abertis: los Benetton. Y una guerra interna nunca es una buena noticia. 

El conflicto lo abriĆ³ la constructora presidida por Florentino PĆ©rez, ACS, al admitir su intenciĆ³n de lanzar una opa sobre Atlantia, que pese a haber perdido las autopistas en Italia, mantiene vĆ­as en otros paĆ­ses y controla la mayorĆ­a de Abertis. AdemĆ”s, gestiona cuatro aeropuertos, entre ellos el de Roma-Fiumicino. Atlantia es cotizada aunque el 30% es de Edizione, el holding de la familia Benetton. ACS irĆ” de la mano de los fondos GIP y Brookfield.

La duda que habĆ­a en un primer momento acerca de si serĆ­a amistosa, que no podĆ­a descartarse pues los Benetton parecĆ­an buscar socios para la compaƱƭa, u hostil, se despejĆ³ en seguida, al saberse que la familia de Treviso plantarĆ” batalla y tambiĆ©n presentarĆ” una oferta por el 70% que no controla. Su socio serĆ” otro fondo de inversiĆ³n internacional, Blackstone

La guerra, pues, estĆ” servida. Abertis puede parecer un sujeto pasivo: estarĆ” afectada porque se tiene que decidir quiĆ©n controla su primer accionista, pero va mucho mĆ”s allĆ”. Atlantia tiene el 50% mĆ”s una acciĆ³n, mientras que ACS posee el 30% y Hochtief, constructora alemana filial de la propia ACS, el restante 20% menos una acciĆ³n. Por tanto, las fuerzas estĆ”n equilibradas casi al 50% entre los Benetton y Florentino PĆ©rez.  

Hay dos posibles escenarios par el futuro de Abertis: con Florentino PƩrez de dueƱo y seƱor o con sus socios totalmente enfrentados

Por tanto, hay a priori dos escenarios de futuro para el grupo que dirige JosĆ© Aljaro, directivo que ya estaba antes de la opa sobre Abertis pero que fue ratificado por Atlantia, quien tiene la potestad de nombrar al consejero delegado: que venza ACS, con lo que pasarĆ­a a tener a la prĆ”ctica un solo gran accionista, o que lo hagan los Benetton y mantenga los mismos accionistas pero totalmente enfrentados. Existe tambiĆ©n la posibilidad de que lleguen a algĆŗn tipo de acuerdo, como sucediĆ³ precisamente con la opa a Abertis. 

En el seno de la empresa espaƱola que preside Marcelino FernĆ”ndez Verdes, ex mano derecha de Florentino PĆ©rez, tendrĆ”n pues que esperar meses, si no aƱos, para saber hacia donde se decanta la balanza. Pero la mera batalla campal por su primer accionista, y que sea precisamente con su segundo accionista, genera de nuevo una incertidumbre que ha caĆ­do como un jarro de agua frĆ­a en el seno de una compaƱƭa que empezaba a levantar el vuelo tras un lustro difĆ­cil, segĆŗn explicaron fuentes cercanas al grupo. 

El lustro mƔs movido de Abertis

Los Ćŗltimos aƱos han sido muy movidos para Abertis. Tras mĆ”s de un aƱo entre opa (de Atlantia), contraopa (de Hochtief) y acuerdo final entre ambas partes, se certificĆ³ la salida de La Caixa, su socio de control histĆ³rico, y la pĆ©rdida parcial de espaƱolidad. TambiĆ©n salieron Salvador Alemany, coartĆ­fice con Isidre FainĆ© de la creaciĆ³n de Abertis, producto de la fusiĆ³n de varias concesionarias, y por el camino Francisco ReynĆ©s, consejero delegado, se fue a Naturgy siguiendo Ć³rdenes del propio FainĆ©, que le habĆ­a puesto ya en la concesionaria. 

La entrada de Aljaro como CEO, de FernĆ”ndez Verdes como presidente y de la nueva composiciĆ³n accionarial supuso un freno al crecimiento de Abertis y, de hecho, empezaron los recortes. Paralelamente, la situaciĆ³n en los despachos cambiĆ³: creciĆ³ la tensiĆ³n. HabĆ­a que encajar dos culturas empresariales distintas, con el estilo madrileƱo de Florentino y FernĆ”ndez Verdes y el italiano de Giovanni Castellucci, por aquel entonces primer ejecutivo de Atlantia, el hombre de los Benetton en el negocio.

Marcelino FernƔndez (derecha)
Giovanni Castellucci, Florentino PƩrez y Marcelino FernƔndez Verdes cuando anunciaron el acuerdo para comprar Abertis EFE

No fue nada fĆ”cil, explicaron a EconomĆ­a Digital fuentes internas. Los italianos, que habĆ­an confiado en un hombre de la casa, el cordobĆ©s Aljaro, no entendĆ­an las agresivas formas del enviado del presidente del Real Madrid. CoincidiĆ³, ademĆ”s, que Abertis se habĆ­a llevado la sede de Barcelona a Madrid por el referĆ©ndum del 1 de octubre de 2017, lo que de alguna forma, pese a que a nivel de plantilla apenas se moviĆ³ nadie, acercĆ³ la cĆŗpula a ACS pues sĆ­ que se movĆ­an mĆ”s por la capital espaƱola. 

TerminĆ³ resultando que ACS y Hochtief, que a priori no debĆ­an tener mano en la gestiĆ³n ā€“correspondĆ­a a Atlantia, que era la que tenĆ­a experiencia en la gestiĆ³n de autopistas y tenĆ­a una acciĆ³n mĆ”s, con lo que consolidaba el negocioā€“, a la prĆ”ctica tuvieron mĆ”s peso del que se preveĆ­a y con la sede en Madrid, estaban infinitamente mĆ”s cerca que los italianos, que ni siquiera habĆ­an puesto a uno de los suyos como primer ejecutivo. 

Como si todo esto no fuera poco, tuvo lugar la caĆ­da de Ponte Morandi, en GĆ©nova, en agosto de 2018, en el que murieron 43 personas. El accidente desplazĆ³ automĆ”ticamente la atenciĆ³n y prioridades de Atlantia y los Benetton; Abertis quedĆ³ en un plano secundario. De hecho, le costĆ³ la cabeza a Castellucci, artĆ­fice de la opa sobre el grupo de origen catalĆ”n.  

Pero esa fatalidad, paradĆ³jicamente, contribuyĆ³ a apaciguar Abertis. Atlantia tenia de repente urgencias financieras y ahĆ­ se encontraron con Florentino PĆ©rez. Apoyaron los recortes y firmaron un dividendo extraordinario de 10.000 millones de Abertis a sus accionistas que les sirviĆ³ para recuperar buena parte de la inversiĆ³n de la opa. Empezaban a entenderse. 

Atlantia y ACS no empezaron con buen pie en Abertis, pero tras el accidente de Ponte Morandi empezaron a entenderse

Tras el impacto inicial del accidente, el grupo italiano ratificĆ³ su compromiso con Abertis y, de hecho, se dio cuenta de la importancia de la empresa para sus cuentas de resultados futuras ante la amenaza de expropiaciĆ³n de Autostrade per lā€™Italia (Aspi), la concesionaria de Atlantia que agrupaba las autopistas italianas, por parte del gobierno italiano.  

AƱos de negociaciones desembocaron con la venta forzosa de Aspi a una empresa estatal y algunos fondos de inversiĆ³n. Atlantia se quedĆ³ sin el que era su mayor negocio, aunque Abertis tenia un volumen parecido. Mientras tanto, la compaƱƭa dirigida por Aljaro perdĆ­a sus mayores concesiones en EspaƱa, primero Aumar y despuĆ©s Acesa, por el fin de los peajes decretado por el Gobierno de Pedro SĆ”nchez. 

Autopista Elizabeth River Crossings, en Virginia (EEUU), gestionada por Abertis

La reducciĆ³n de su negocio nacional, sin embargo, fue tomado como una oportunidad y pese a la pandemia, Abertis empezĆ³ a apostar por crecer en otros mercados y anunciĆ³ acuerdos e inversiones en los Estados Unidos y MĆ©xico. A nivel laboral, tras varios ERE, la situaciĆ³n se habĆ­a estabilizado. En la Ćŗltima reuniĆ³n anual mundial de directivos, hace unas semanas, se respirĆ³ al fin optimismo con respecto al futuro de la compaƱƭa. 

La guerra entre Florentino PƩrez y los Benetton no pararƔ los planes de Abertis, pero sƭ genera incertidumbre en el futuro. El presidente de ACS quiere el control de la concesionaria y aprovecha el mal momento de Atlantia pero su victoria, al menos, no dejarƭa una Abertis ingobernable. La de los Benetton, sin embargo, obligarƭa a la constructora espaƱola a dar un paso atrƔs en Abertis o el conflicto quedarƭa enquistado. Vienen, de nuevo, meses movidos para la concesionaria.

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