La gran contradicción de Aena: cae un 20% ganando más que nunca

Los inversores castigan las bajas expectativas de la empresa y los vaivenes políticos en la cúpula derivados del cambio de gobierno

Maurici Lucena, presidente de Aena.

Maurici Lucena, presidente de Aena.

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A pesar de ir camino de los mejores resultados de su historia y haber prometido una subida del dividendo, el mercado dio la espalda a Aena en 2018. El gestor aeroportuario cae al ritmo del 21,6% en bolsa en lo que va de año y cada vez ve más lejos los 183 euros por acción que llegó a tocar: hoy la compañía se mueve alrededor de los 136 euros castigada por la ralentización del tráfico aéreo y los vaivenes políticos sufridos.

Hasta el mes de septiembre, la empresa controlada al 51% por el Ministerio de Fomento sumaba un beneficio de 1.019 millones de euros, el 5,5% más que en 2017, ya cerrado con cifras de récord. Los ingresos ascendieron también un 5% hasta los 3.250,4 millones de euros. Y sin embargo, el valor respondió con una caída en el parqué tras la presentación de las cifras.

Si la dimisión de José Manuel Vargas de la presidencia tras enfrentarse al Gobierno de Mariano Rajoy ya provocó los primeros síntomas de descontento, la caída se acentuó cuando Maurici Lucena sustituyó a Jaime García-Legaz en el cargo tras la moción de censura de Pedro Sánchez. “Y eso que apenas ha habido cambios en la gestión”, explican a Economía Digital fuentes de la cúpula.

Si el descenso anual era del 4,7% bajo el Ejecutivo del Partido Popular, la rebaja se acentuó con el cambio de gobierno: desde el 1 de julio pierde más del 17% de su valor.

Como explicó este medio, hay integrantes del consejo que piden separar el mando de la compañía del poder político con la creación de la figura del consejero delegado. Las mismas voces señalan que el principal impulsor de la medida es Chris Hohn, fundador de The Children Investment (TCI), el segundo accionista con el 8,29% del capital.

Con asiento en el consejo de administración, el ejecutivo británico alerta a los representantes del Ministerio de Fomento del “problema de gobernanza” que generan los bandazos políticos que da la cotizada. “Así los perciben los inversores, y es un desastre”, lamentan. De hecho, JP Morgan ya lamentó en septiembre “la falta de transparencia en la estrategia tras el cambio de gobierno y la amenaza de TCI”.

La rebaja del crecimiento, el gran argumento en contra de Aena

Pero más allá del vaivén político, el principal problema que afronta Aena es la ralentización del tráfico aéreo, que sega sus previsiones para el año 2019. Si el volumen de pasajeros asciende en 2018 al ritmo del 5,5%, la cotizada española advirtió al mercado que sus estimaciones de crecimiento para el año próximo son del 2%.

Además, los analistas de GVC Gaesco detectaron otro contratiempo: en el plan Estratégico 2018-2021, los márgenes se estrechaban por debajo del 60% en 2019 por el incremento de costes. El incremento de los salarios públicos y la decisión de no apretar tanto las licitaciones combinados con el freno del tránsito provocarán la reducción.

Y en el horizonte espera el todavía incierto impacto de un Brexit todavía sin acuerdo, que podría afectar los derechos de tráfico aéreo que tengan las aerolíneas desde el archipiélago británico a los aeropuertos españoles.

 

Carles Huguet

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