La Generalitat presenta un nuevo proyecto para entrar en la reindustrialización de Nissan Barcelona
La Generalitat trae un nuevo inversor para la reindustrialización de Nissan, que sería complementario a los planes del 'hub' de descarbonización y la firma de motos Silence
Nueva vuelta de tuerca a la reindustrialización de la fábrica de Nissan en Barcelona. Cuando todo parecía indicar que el hub de descarbonización y la marca de motocicletas eléctricas Silence se iban a repartir los activos de la automovilística asiática, la Generalitat puso sobre la mesa un nuevo inversor para el centro catalán. Se trata de otro proyecto de electrificación –principalmente baterías pequeñas–, que ocuparía 31.000 metros cuadrados de la planta.
Según explican fuentes cercanas al procedimiento a Economía Digital, la entrada del nuevo inversión ayudaría a la reconversión de la planta de Zona Franca (Barcelona) sería complementaria con los proyectos ya existentes. Así lo aseguraron los emisarios del Govern al Ministerio de Industria, los sindicatos y la propia Nissan. Está por ver como quedará el equilibro de fuerzas dentro del proceso, más cuando ya existían tensiones a la hora de encajar las distintas propuestas.
La Generalitat no dio a conocer el nombre del comprador debido a que no tuvo tiempo para tratar a fondo el proyecto. La reunión de la mesa duró más de tres horas y se tuvo que suspender porque el secretario de Industria, Raúl Blanco, y varios enviados de KPMG, la consultora que pilota el proceso, perdían el avión.
El actor sería probablemente asiático y el destino de las baterías serían motocicletas eléctricas. Su llegada volvería a dotar de presencia asiática una reindustrialización que en principio parecía llevar el nombre de la china Great Wall Motors. Sin embargo, no se llegó a ningún acuerdo y la retirada de la automovilística hizo saltar por los aires el calendario previsto. El nuevo inversor debía quedar sellado en diciembre.
Aunque Nissan y las administraciones no emitieron este jueves ningún comunicado, sí lo hicieron los sindicatos. «Se ha acordado la posibilidad de complementar el proyecto del hub con otros proyectos industriales que ocupen los espacios libres junto a la logística», señalaron.
Las dudas entre el ‘hub’ y Silence
Más allá de la entrada del nuevo actor en la reindustrialización, la reunión también se centró en el equilibrio entre el hub y Silence a la hora de quedarse los activos. El conglomerado de empresas que lideran Improva, Btech y QEV quería quedarse también con el centro satélite de Montcada (Barcelona), pues está preparado para realizar estampación.
No se alcanzó ningún compromiso firme. El único pacto al que se llegó fue dar 15 días a el ‘hub’ para que definiese su proyecto. Si convence, se firmará ya con ellos. En la mesa se prefiere que sea el conglomerado el que se quede con Montcada, al ser necesaria la estampación para la producción en Zona Franca. La alternativa para ellos sería estampar los vehículos en Palencia, aseguran.
Entre las firmas vinculadas a el hub destacan Volta Trucks (que no comenzaría a fabricar hasta 2024), Tevva, Inzile o la productores de baterías Vale Mobility y de pilas de hidrógeno Sisteam. También recuperar la marca Ebro con una pick up basada en el Nissan Navara. Están implicados organismos participados por la Generalitat como Eurecat e Idiada, además de la empresa privada.
El mismo espacio quiere Silence, que pretende trabajar al margen del hub y tener sus propias instalaciones. En Montcada estudia producir un biplaza eléctrico para Seat, como ya explicó Economía Digital. De no hacerlo allí, piensa en llevarse el proyecto fuera de España por motivos de costes.
También se da por hecho que parte del espacio se dedicará a uso logístico. Dos grandes nombres se posicionaron: la australiana Goodman, la consultora JLL y Merlin Properties de la mano del Port de Barcelona.