La Generalitat impone un ‘controller’ en Spanair
Miquel Lladó se incorporará a la aerolínea para velar por la gestión de la compañía y de los fondos públicos invertidos
La Generalitat apuesta por Spanair. O, al menos, quiere custodiar las fuertes inversiones de capital público que, directa e indirectamente, ha inyectado en la aerolínea que preside Ferran Soriano. Como el equipo de Artur Mas tiene algunas dudas sobre cómo se está llevando a cabo la gestión de la compañía, el Ejecutivo catalán ha impuesto a los accionistas privados (Volcat y SAS) un controller que vele por sus intereses futuros y fiscalice el management. Miquel Lladó, ex presidente de Bimbo, ha sido el ejecutivo escogido para desempeñar esa función.
Lladó ya ha tomado contacto con la compañía. Su designación se pretende llevar a cabo desde una perspectiva de bajo perfil público para no complicar aún más la búsqueda de inversores que aporten capital para resolver las incógnitas sobre su viabilidad empresarial. Con todo, el nuevo directivo ha tenido un papel determinante en la elección del banco de negocios Lazard como encargado de pilotar la búsqueda de nuevos accionistas.
Aunque todavía no se ha resuelto el nombramiento, una probabilidad es que Lladó sea designado miembro del consejo de administración y pueda acceder a la información y a la gestión diaria del grupo aéreo. Ahora, el presidente de la firma es Soriano mientras que la dirección general corre a cargo de Mike Szücs. Sin embargo, fuentes del Ejecutivo catalán explican que el nuevo directivo “no será consejero” y que además sólo ha sido incorporado “para gestionar y supervisar la búsqueda de socios”. Con una eufemística terminología del mundo de los negocios, Lladó ha sido presentado como project manager.
Indústria rechaza que sea su representante
Algunos de los accionistas parapúblicos de Spanair habían mostrado ciertas reticencias sobre el modelo de gestión de la empresa desde que se produjo la entrada de los inversores e instituciones catalanas. Ese mensaje había llegado reiteradamente al Ejecutivo autonómico que, incluso, llegó a plantearse un relevo en el staff del grupo en algún momento. Fuentes de Volcat confirmaron a Economía Digital que el nombramiento de Lladó había sido impuesto por la Generalitat. Un argumento que la administración catalana rechaza: “Es un hombre de Spanair que nosotros hemos bendecido”.
En cualquier caso, descartado el relevo, Mas ha optado por mantener el apoyo a la aerolínea pero condicionando las inversiones a un mayor papel de la Generalitat en el día a día. En el partido gobernante se mantiene del discurso de que Spanair es una inversión imprescindible para impulsar el futuro del aeropuerto de El Prat y, en consecuencia, estimular de forma inducida la actividad económica. El encargado de las gestiones ha sido Joan Sureda, secretario de Indústria, quien coincidió con nuevo fichaje cuando ambos estaban empleados en la multinacional Pepsico.
Socio de Dale Carnegie
Lladó desempeñó posteriormente la presidencia de Bimbo, mientras la compañía alimentaria era propiedad de Sara Lee. En los últimos años, abrió una franquicia de Dale Carnegie que junto a otro socio explotaba las técnicas del grupo americano en la formación de altos directivos.