La Generalitat da marcha atrás para favorecer a Foment
Treball constituye este jueves el pleno del Consell de Relacions Laborals con el reparto de sillas que quiere Foment e ignorando su propia resolución
El Govern ha intentado sin éxito cerrar la guerra patronal catalana, que enfrenta a Foment del Treball y su filial Fepime con Pimec por la representatividad. La consellera de Treball, Dolors Bassa, ha repartido salomónicamente la cuota empresarial en las mesas de negociación, a razón del 33% cada una, pero en cambio se resiste a aplicarla y mantiene por ahora el reparto que quiere Foment, incluso en las nuevas mesas.
Este jueves se constituye el pleno del Consell de Relacions Laborals (CRL) de Cataluña, un órgano formado por el Govern y los agentes sociales en el que se tratan los asuntos referentes a convenios y diálogo social. El pleno se constituirá con ocho miembros de la administración catalana –además de la presidenta, la consellera–, ocho de los sindicatos –cuatro de CCOO y cuatro de UGT– y ocho de las patronales.
A pesar de que Bassa ratificó el pasado viernes el reparto del 33% para cada una, a la hora de la verdad ha mantenido las cuotas que se aplicaban desde 2011 y que pedía Foment: 60% para la gran patronal, 25% para Pimec y 15% para Fepime. Así, el CRL se constituirá con cinco miembros de Foment, dos de Pimec y uno de Fepime. En total, la patronal presidida por Joaquim Gay de Montellà y su asociada de pymes mantendrán seis de las ocho sillas, con una cuota del 75%.
El precedente del SOC
Esta no es la primera mesa de negociación que se constituye en las últimas semanas y en la que el Govern ignora su propia resolución, del 30 de marzo, que reparte provisionalmente la representatividad a partes iguales. El jueves 14 de abril se constituyó el consejo del Servei d’Ocupació de Catalunya (SOC), el servicio público de empleo catalán, y allí Foment y Fepime recuperaron las sillas que querían.
De hecho, en los últimos meses la principal patronal catalana se había levantado de esa mesa de negociación, entre otras, como medida de protesta ante el intento del ex conseller de Empresa y Empleo, Felip Puig, de reformar la representatividad y echar a Fepime de la concertación social. Foment y Fepime presentaron recurso y ganaron, por lo que la representatividad volvió al esquema de 60-25-15 y dichas patronales retornaron al servicio público de empleo.
Pero la sustituta de Puig al mando de empleo, Dolors Bassa, volvió a hacer cabrear a Gay de Montellà al lavarse las manos de la guerra patronal. El 30 de marzo pasado, Treball anunció que no entraría a decidir la representatividad de cada organización empresarial sino que debían ser ellas las que la decidieran. Pero lo que cabreó a Foment fue el reparto provisional, mientras se ponen de acuerdo, del 33% cada una.
La gran patronal catalana y Fepime presentaron alegaciones y, el pasado viernes 22 de abril, la conselleria de Treball desechó las alegaciones y se reafirmó en la resolución del 30 de marzo. Para Foment, el único reparto válido es el del 60-25-15, de diciembre del 2013, pero el Govern se escuda en el artículo 43 del Estatut para atribuirse las competencias para el reparto de sillas en las mesas de negociación.
La realidad de las mesas
Al mismo tiempo que se sucedía esta lucha en los despachos, en la realidad de las mesas de negociación, Bassa concedió a Foment el reparto que quería en el SOC y, ya después de la última resolución, el Govern ha vuelto a contentar a la patronal presidida por Joaquim Gay de Montellà en el Consell de Relacions Laborals. No es baladí, ya que son las mesas más importantes en Cataluña.
Desde Treball han justificado que se constituya el CRL este jueves ignorando la resolución de la misma consejería porque el tiempo se les ha echado encima. A pesar de que la decisión es de finales de marzo, las alegaciones y el hecho de que los miembros se nombren a propuesta de las organizaciones han provocado que no se haya podido aplicar. Añaden, sin embargo, que se hará posteriormente, tanto con el CRL como con el SOC y el resto de mesas de concertación social, aunque no han concretado cuando.
Gay de Montellà, con Seat y la defensa de la pyme
Mientras espera a ver cómo queda la representatividad, Gay de Montellà ha hecho este martes una demostración de poderío al cerrar una alianza con una de las principales empresas de Cataluña: Seat. El presidente de Foment se reunió con el de la automovilística, Luca de Meo, y firmaron «un acuerdo de colaboración por el que Seat apoya la labor que hace Foment en la promoción de la actividad industrial, la protección de las pymes y para consolidar Cataluña como el territorio más dinámico y atractivo del sur de Europa».
La inclusión de «la protección de las pymes» era un mensaje claro al intento de apartar a Fepime de las mesas y a Pimec, su competidor entre la pequeña y mediana empresa, que continúa pidiendo que Fepime no se considere representativa, ya que consiguió esta condición por silencio administrativo.
Este martes, Josep González, presidente de Pimec, ha valorado positivamente el reparto del 33% para cada patronal, aunque sea provisional, ya que de esta manera Foment y Pimec tienen el mismo peso. Pero ha mostrado sus dudas respecto a que se pueda llegar a un acuerdo sobre la representatividad definitiva. El problema, que Fepime está por medio.