La Generalitat busca compradores para Derbi y Yamaha
Con la producción en marcha y su futuro pendiente de dibujar, el Govern avanza en encontrar alternativas entre empresas catalanas u otras multinacionales. Por el momento, Doga y Piaggio han mantenido una primera reunión para hablar de la viabilidad de la fábrica de Martorelles
Este lunes el departament de Treball de la Generalitat reactivará el periodo de consultas del ERE presentado por Derbi. Desde el 25 de mayo estaba parado a la espera de que Piaggio recabara más información para justificar el cierre de la factoría de Martorelles y el traslado de la producción a Italia. Paralelamente, la dirección de Yamaha continúa estudiando cómo cierra legalmente la fábrica de Palau-solità i Plegamans después de retirar un expediente de regulación que la Generalitat no vio con buenos ojos. Con 608 puestos de trabajo en peligro, desde Empresa i Ocupació han intensificado la búsqueda de compañías interesadas en ocupar el vacío que, a la corta o a la larga, acabarán dejando ambas multinacionales.
El presidente de la asociación catalana Clúster Motor, Jordi Riera, ha explicado a Economía Digital que están interesados “en los equipos de producción y modelos que no serán rentables llevar a Francia e Italia y en el personal que está trabajando allí”. Eso sí, cualquier innovación que se haga en esta línea tiene que estar ligada “a una recuperación del mercado”. Por ahora, las compañías catalanas no tienen suficiente músculo para asumir los costes de Yamaha o Derbi.
Los únicos que han mostrado cierto interés hasta la fecha ha sido el grupo de componentes Doga, con sede en Abrera. Fuentes conocedoras de la operación explican que, impulsados por el Govern, han mantenido una primera reunión con la dirección de Piaggio para buscar algún acuerdo que asegure la continuidad del centro de Martorelles. Se trata de un proyecto en una fase muy inicial que se irá matizando en las próximas semanas. De entrada, el obstáculo más importante son los 220 trabajadores que hay en la factoría.
Cambio de sector
Desde la Generalitat recuerdan que, en el contexto actual, todas las alternativas están abiertas. No hay fecha de cierre en ninguna de las dos fabricas, a pesar de que ambas empresas no prevén mantener la producción mucho más tiempo. Para ello, el Govern también ha llamado a la puerta de otras multinacionales del sector e incluso está buscando alguna alternativa industrial que suponga un cambio en la producción.
Es decir, repetir la operación de compra de la factoría de Sharp por parte de Cirsa: los egarenses se quedan la fábrica y parte de la plantilla, que dejará de fabricar televisores en Sant Cugat del Vallès. En este caso 200 empleados se van a la calle, se salvan 100 puestos de trabajo.
Incluso existe otra vía por la que podrían mantener los centros de Palau-solità y Martorelles abiertos: iniciar un proyecto corporativo. En el plan de la moto, firmado recientemente por parte de la Generalitat y los empresarios del sector, establecen una línea de crédito especial para que las compañías se unan en proyectos específicos. Eso sí, desde Clúster Moto no valoran con demasiado interés esta alternativa.