La Feria de Valencia quiere gestión privada para salir de la crisis
Desde hace años pierde dinero, certámenes, clientes y arrastra una deuda de 500 millones de euros
La Feria de Valencia busca una gestión netamente privada para salir de la crisis, en la que lleva encerrada desde hace años. Durante este periodo ha perdido casi la mitad de los certámenes que tenía históricamente, ha registrado pérdidas de 9 (2013) y 2 millones (2014) y acumula unas pérdidas de más de 500 millones, que están siendo investigadas por una comisión de las Cortes Valencianas.
Mientras la Feria de Barcelona ha aumentado un 44 % los certámenes, la Feria de Valencia ha ido cerrando eventos importantes porque los expositores y clientes han preferido irse a Madrid, Barcelona e incluso a Colonia (Alemania).
Las dos ferias más importantes del año en Valencia, CEVISAMA (azulejo) y Mueble han tenido que refundirse en unas mismas fechas para evitar la dispersión y resultar más atractivas para los clientes. La principal empresa del sector de la cerámica, Porcelanosa, hace años que no acude a CEVISAMA y organiza un importante evento en sus instalaciones de Villarreal.
Hace un par de años, la Feria hizo un intento de montar un IKEA valenciano, Teyoland, que acabó en una suspensión de pagos. Ya lleva hechos un par de ERE para reducir pérdidas. Las Cortes han creado una comisión para investigar la deuda y las pérdidas de la Feria de Valencia y de la Feria de Alicante. Y la fiscalía investiga regalos de la Feria a Rita Barberá.
Una gran deuda para un contenedor
El presidente de la Feria desde 2013, José Vicente González, es también presidente de la patronal valenciana CIERVAL. Y tuvo que quedarse como titular de la Feria, tras la dimisión de Alberto Catalá cuando empezaron a investigarse las obras de ampliación de la Feria.
El actual conseller de Hacienda, el socialista Vicente Soler, dijo, cuando era decano de la Facultad de Económicas, que la deuda de 500 millones se había alcanzado por realizar un proyecto constructivo pensando en un contenedor que luego no sirve y es muy caro de mantener.
La Feria es propiedad de la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia, Pero los empresarios, con González a la cabeza, reclaman un operador externo al margen de la propiedad, a lo que se han negado el PSOE, Compromís y Podemos que sustentan los gobiernos autonómicos y municipales.
Aunque en las últimas semanas, a la vista de la continuidad de las pérdidas, han asumido que se haga una «gestión mercantil» sin concretar en qué consiste este extremo. Un hecho que sigue haciendo dudar de la viabilidad de la Feria.
La caída de las ferias de comercio ha repercutido negativamente en Valencia en la ocupación hotelera no turística (afectada también por el AVE) y en los restaurantes, centros de ocio, etc.
Ferias virtuales
Los expertos señalan que debe cambiar el modelo de las ferias comerciales, no solo en Valencia sino también en Barcelona y Madrid. Y señalan que estas últimas se están salvando por las inyecciones económicas que reciben de los respectivos gobiernos autonómicos y municipales.
Pero también detallan que las ferias no pueden ser solo presenciales durante los dos o tres días que dura el evento. Señalan que hay que mantener vinculaciones virtuales con el cliente y los expositores a lo largo de todo el año. Amén de bajar precios, dar mejor servicio y atraer a más clientes personalizando su estancia en Valencia.