La FAVB gasta el 80% de sus ingresos en sueldos y suministros
La federación vecinal destina más de 350.000 euros a salarios y gastos corrientes mientras recibe 415.000 euros al año de dinero público
Con más de 440.000 euros de presupuesto, la Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas de Barcelona (FAVB) vive conectada al dinero público. La agrupación recibe directamente este año hasta 415.820 euros procedentes del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Cataluña; una cantidad que se drena por la organización hasta quedarse en 73.078 euros destinados a servicios para los ciudadanos. El resto, filtrado entre sueldos, suministros y distintos costes estructurales.
El presupuesto total de la entidad que preside Ana Menéndez asciende en este 2019 a 440.947 euros. En total, el 94,3% está formado de fondos públicos que se quedan en la organización. La FAVB destina 254.125 euros a sueldos y salarios, según su propio presupuesto. El personal de la organización, eso sí, se encarga de prestar servicios al centenar de entidades vecinales asociadas, interlocutar con el consistorio y ayudar a los barceloneses.
La partida de servicios a los ciudadanos es sólo la tercera más importante de la organización. Antes van los gastos corrientes, como el mobiliario (700 euros), los suministros (12.000), la limpieza (14.800 euros), los servicios de gestoría y auditoría (23.510 euros) y demás pequeños gastos que engrosan el pago total hasta los 103.624 euros.
La FAVB recortó en 10.000 euros la partida de servicios a los ciudadanos en 2018
Así, la mayor partida destinada a la población es la de proyectos, actividades y servicios, para la que hay presupuestados 72.478 euros. Otros 500 euros están previstos como donativo al Banc d’Aliments y los 100 euros restantes van a parar a diversas suscripciones.
Sin embargo, queda por ver si las previsiones se cumplirán este año. Según las cuentas de 2018, la cantidad prevista para la población se recortó desde los 77.575 euros hasta los 67.111 euros al no recibirse una subvención esperada. Ni así se lograron evitar los números rojos, pues la federación cerró el ejercicio con unas pérdidas de 26.415 euros.
1,4 millones para las entidades vecinales
Según el informe de subvenciones de 2018 elaborado por la Oficina Central de Subvenciones de la capital catalana, la FAVB y sus más de 100 asociaciones vecinales afiliadas recibieron 1,4 millones de euros procedentes del Ejecutivo de Ada Colau durante 2018. La cantidad sirvió para gestionar centros sociales, organizar fiestas mayores y exposiciones, como bien desgranan todos sus pequeños afiliados, pero también para financiar campañas beligerantes contra el turismo en el marco de pagos genéricos a la matriz.
La mayor parte de la partida se dividió entre entidades como els Amics de la Rambla, que reciben 33.800 euros para sus luces navideñas, y asociaciones de vecinos como la de Les Roquetes, que recibió 900 euros para la cabalgata de Reyes; la asociación del Raval, que percibió 4.500 euros para la celebración de la fiesta mayor; y la del Baix Guinardó obtuvo 500 euros para formar a los ciudadanos en educación canina.
La propia FAVB obtuvo hasta 270.498 euros en dos partidas definidas como “asesoramiento vecinal” y un difuso “promoción del asociacionismo vecinal en la ciudad”. Para la temporada en curso, el pago subirá ligeramente hasta los 272.934 euros, pero la agrupación recibirá a un nuevo patrono, con el cobro de 63.000 euros de la Generalitat de Cataluña en concepto de subvención, que se une a la ya habitual bonificación del IRPF.
El expresidente de la FAVB, Lluís Rabell, fue el candidato de Catalunya Sí que es Pot en las autonómicas de 2015
Hasta ahora la sintonía con el consistorio había sido total. De hecho, el expresidente de la asociación, Lluís Rabell, fue el candidato a las elecciones autonómicas de 2015 por Catalunya Sí que es Pot, la confluencia que gobierna en Barcelona bajo la marca Barcelona en Comú con Ada Colau como cabeza visible. Tras la marcha del líder vecinal, Menéndez tomó la batuta de la entidad.
Las primeras divergencias con el Ayuntamiento
Por ello, siempre se la consideró una entidad afín a la órbita de los comuns. Sin embargo, con la entrada del PSC en el consistorio comenzaron a surgir las primeras grietas. La primera, la campaña “No digas a nadie que has estado en Barcelona” para fomentar el decrecimiento turístico en la capital catalana. «Hay que hacerles entender que esta ya no es la política del Ayuntamiento, a pesar de que en los últimos años se lanzaron de forma constante varios mensajes para demonizar el turismo”, explican a Economía Digital fuentes internas del consistorio.
“Gracias a las quejas durante los últimos años hemos visto las externalidades que genera el turismo, pero es el momento de abrir el debate a nuevos actores; no sólo a los hoteleros y a los vecinos”, advierten. Por ello, ningún portavoz de la administración salió a apoyar ni a tratar de desacreditar la propuesta de la agrupación. Se emplazan al mes de septiembre para reunirse con la FAVB y explicar el modelo de turismo que tratarán aplicar.