La familia Basi blinda su negocio tras ‘romper’ con Lacoste
La compañía amplía capital en 3,5 millones de euros para hacer frente al ERE que afectó a más de un centenar de trabajadores
La compañía Basi ha dejado de fabricar para Lacoste en España. Esta ruptura comercial desencadenó un expediente de regulación de empleo (ERE) para algo más de un centenar de trabajadores de los centros de Badalona y Barberà del Vallès. Estos despidos y el fin del contrato con Lacoste tienen un precio: Basi ha blindado sus cuentas con una inyección de capital de 3,5 millones de euros.
“Esta ampliación es para hacer frente al ERE y para acometer una reorganización empresarial”, han explicado fuentes próximas a la empresa a Economía Digital.
Las salidas de personal han resultado costosas porque, en la mayoría de los casos, los trabajadores contaban con una extensa relación laboral con la compañía y las indemnizaciones han sido elevadas, con 34 días de salario por año trabajado y un máximo de dos años.
La mitad de lo previsto
En la última junta de accionista, esta empresa familiar había fijado en algo más de seis millones la inyección de capital necesaria pero, finalmente, el desacuerdo de algunos socios ha reducido el montante casi a la mitad, según confirman las mismas fuentes.
Aunque Basi ha dejado de fabricar para Lacoste en el mercado español –después de que haya sido adquirida por el grupo suizo Maus Frères– mantiene la distribución española de la conocida firma del cocodrilo tanto de textil, como de calzado y marroquinería.
Actualmente, aseguran fuentes de Basi, trabajan 430 personas en el negocio de Lacoste en España. Parte de la plantilla se ha reducido con el ERE, pero en paralelo se han producido algunas incorporaciones, sobre todo, en los diferentes puntos de venta. La marca francesa está presente en 70 boutiques, 600 tiendas multicanal y 130 corners de El Corte Inglés.