La factura del agua subirá una media del 27% en septiembre

La Generalitat necesita hacer caja e intenta privatizar empresas públicas. Una de las que en breve sacará a concurso público es Aigües Ter Llobregat (ATLL), la compañía que gestiona el agua desde las cuencas de los ríos hasta los depósitos de cabecera de los municipios. Pero la operación ya tiene una afectación real al bolsillo de los consumidores: en septiembre, la factura subirá una media del 27% en toda Catalunya.

Así lo ha aprobado el consejo de administración de la empresa pública. En la reunión celebrada este miércoles han autorizado el incremento del 70% del servicio, según fuentes internas de la compañía. Esta subida era necesaria para poder iniciar el concurso público del ATLL, ya que la diferencia entre el precio del servicio y lo que se ingresaba por ello alejaba a los inversores potenciales, explican a Economía Digital los mismos interlocutores.

Subida desigual

La subida concreta dependerá de cada municipio. Algunas localidades catalanas tienen minas propias de agua, por lo que necesitan comprar menos líquido al ATLL. Como el caso de Sitges, cuya factura subirá el 23%. En el área metropolitana de Barcelona se espera un incremento del 26%.

Las ciudades que más sufrirán la subida son La Roca del Vallés (Barcelona) o Sabadell (Barcelona), que será del 34%. La factura del agua en Ripollet (Barcelona) también incrementará sustancialmente en septiembre, el 31%. Un punto menos que en Matarò (Barcelona) o Alella (Barcelona), entre otros.

Concurso

Las condiciones del concurso de ATLL se conocerán antes de que termine julio. La situación económica del país en las últimas semanas, sobre todo la presión in crescendo a la deuda española, complica conseguir financiación a las empresas que han mostrado el interés en ATLL hasta la fecha: Agbar, Comsa Emte y Aqualia (FCC). También estudia su participación el Canal Isabel II, la gestora de aguas pública de Madrid.

Inicialmente la Generalitat quería ingresar 500 millones con la gestora de aguas. Una cantidad que desde el sector tacharon de demasiado alta, por lo que rebajaron sus pretensiones hasta los 400 millones al anunciar el concurso. Según fuentes del sector, al concretar las bases de la adjudicación se rebajaran otros 100 millones ante el miedo de que quede desierto. Finalmente, el Govern encabezado por Artur Mas buscará ingresar 300 millones.