La factorÃa de Inoxcrom se venderá por 10 millones menos de los previstos
La nueva tasación de la planta de Barcelona rebaja el valor del inmueble a 7,6 millones
El principal valor de la firma de bolígrafos Inoxcrom, la fábrica de casi 12.000 metros cuadrados situada en el barrio de Sant Andreu de Barcelona, vale casi 10 millones de euros menos del precio que se fijó en el plan de liquidación de la compañía, que data de marzo de 2012.
El último informe de la administración concursal, que se presentó hace dos semanas ante el juzgado de lo Mercantil número 7 de Barcelona, incorpora una nueva tasación del inmueble firmada por el Colectivo de Arquitectos Tasadores (Catsa). El documento rebaja el precio de la factoría hasta los 7,6 millones de euros. En marzo de 2012, se esperaba conseguir 17 millones en la subasta del edificio. Pero no hubo ningún postor interesado en pagar este importe cuando se celebró la puja hace tres meses.
Presentación de ofertas
La caída del precio del ladrillo y las pocas posibilidades de encontrar a un inversor interesado en adquirir una fabrica por este importe ha propiciado la nueva valoración. Ahora, se proseguirá en cumplir con el calendario concursal y se celebrará una nueva puja, esta vez mediante un proceso de presentación de ofertas mediante plicas y la posterior adjudicación al mejor postor.
Eso sí, en el nuevo intento de venta se podría recaudar menos de 7,6 millones de euros. La administración concursal no ha decretado un tipo mínimo para presentar una plica.
El próximo paso que deben dar Ramón Farrés, Joan Albalate y Arturo Codina, los tres administradores, será fijar el calendario en el que se podrán presentar ofertas. Con las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina, el entorno de los responsables del concurso esperan que la adjudicación no se realice hasta septiembre.
Arrendatarios
La fábrica de Sant Andreu está ocupada desde que Manuel Vaqué, el fundador de la compañía, trasladó allí la actividad en 1992. Nunca ha dejado de producir bolígrafos, aunque en los últimos 20 años el grupo pasó de facturar unos 55 millones de euros a tener que presentar los libros al juzgado con un pasivo de 25 millones de euros. A lo largo del concurso, que se decretó a finales de 2009, se generaron otros 14 millones más de deuda contra la masa.
La mayor parte de la deuda se debía cubrir con la venta del inmueble. En plena burbuja, el terreno llegó a estar valorado en 22 millones de euros.
Los arrenadatarios actuales del edificio son la sociedad gestionada por Sebastiá Clotet y Juan Marroquín, los directivos de Inoxcrom cuando se decretó el concurso y a quienes el juez les adjudicó la unidad productiva en la liquidación. En la próxima subasta, tienen el derecho de tanteo tras conocer el precio final al que se llega. Si no, dispondrán de seis meses para abandonar, finalmente, la planta de Barcelona.