La expansión de los Carulla en África: ya representa el 40% de las ventas de GB Foods
La firma de alimentación centraliza las operaciones en el continente de España, lo que impulsa los beneficios de la organización en el país
En poco o nada se parece Artur Carulla al famoso explorador británico David Livingstone. Al hasta hace tres meses presidente de GB Foods –la antigua Gallina Blanca— cuesta imaginarle en las celebres expediciones del viajero escocés, pero si comparte con él la pasión por África. La compañía catalana lleva más de 40 años en el continente, pero la adquisición del grupo Watanmal en 2017 disparó su peso en la balanza de ventas y hoy ya suponen prácticamente el 40% del total.
Según los últimos datos hechos públicos, en 2019 la empresa de alimentación que preside Artur Carulla Mas, la facturación en el continente africano superó los 350 millones de euros; el 35% de los 1.007 millones de ingresos que registró a lo largo del ejercicio. Un año antes, la cifra había alcanzado los 303,2 millones con un porcentaje incluso superior: el 40% del total.
El dato ha escalado desde el 15% y los 90 millones que representaba en 2015, cuando el principal argumento de la sociedad era Jumbo, el conocido como Avecrem africano, del que se fabrican alrededor de 4.000 millones de pastillas al año.
Las fuentes consultadas por Economía Digital añaden que en 2020 las ventas resistieron al coronavirus. El incremento de las ventas de los supermercados no fue, eso sí, tan abrupto como en España, donde la compañía pasó de almacenar productos para alrededor de 20 días, a acercarse a las 40 jornadas; especialmente en los grandes éxitos de la empresa, como los Yatekomo y los caldos.
GB Foods no se resiente del cierre de oficinas que prestaban servicio al negocio africano
Pero GB Foods todavía depende del mercado español a la hora de contabilizar beneficios. Según el desglose por países realizado por la empresa, el 39,1% de las ganancias se producen en su país de origen. El pastel prácticamente se completa con el 40% que aportan entre Italia y Bélgica.
Sin embargo, el dato tiene algo de trampa, pues el grupo centraliza en España parte del negocio de filiales enfocadas en terceros países; entre ellas GB Foods Africa.
El auge en la región no se resintió del cierre de oficinas que la organización acometió el año pasado. La firma liquidó las sociedades GB Foods Hong Kong Limited y GB Foods India Trading Private Limited y cerró las sedes en China e India, que ocupaban a un total de 80 empleados.
La presencia era especialmente importante en India, donde se concentraban hasta 67 trabajadores del grupo catalán. La razón: la adquirida Watanmal era de origen indio, aunque su presencia fuera esencialmente en territorio africano. Ahora, las operaciones se centralizan en la sede del grupo en Barcelona y en Nigeria.
GB Foods vuelve a mirar a Europa
Pero 2020 se vislumbra como un año de crecimiento en Europa. El actual será el primer ejercicio completo con su última adquisición, Continental Foods, bajo el control de la familia Carulla. La e estirpe catalana se hizo con la empresa radicada en belga en mayo de 2019.
La firma catalana incorporó marcas como Liebig, Royco y Erasco, con arraigada presencia en el centro de Europa. También ganó fábricas en Puurs (Bélgica), Le Pontet y Lievin (Francia); y Lübeck y Kaltenkirchen (Alemania).
Asesorado por AZ Capital, Pwc y Clifford Chance, el grupo catalán valora la complementariedad de los mercados. Mientras concentra su actividad en España, Italia y África, Continental Foods es fuerte en Bélgica, Francia, Alemania, Suecia y Finlandia. Con una facturación de unos 400 millones de euros y más de 1.000 empleados, la empresa operaba en territorio por explorar para la saga Carulla.