La escisión de Naturgy siembra dudas en la plantilla en plena negociación del convenio
Los sindicatos de la energética se reúnen para reclamar más información del proyecto Géminis mientras esperan que se retomen las conversaciones sobre las condiciones laborales
El proyecto Géminis de Naturgy no ha gustado a los inversores, que ya han castigado a la energética presidida por Francisco Reynés con la pérdida del 15% de su valor en bolsa desde su anuncio, y tampoco a la plantilla, que tiene dudas de cómo se desarrollará y si supondrá nuevos recortes. Y todo ello en medio de las negociaciones de un convenio vencido que se han interrumpido de repente.
El presidente de la compañía participada por La Caixa, GIP, CVC e IFM informó a la plantilla de la escisión de la compañía el mismo día que lo hizo a la prensa y los inversores, el jueves pasado, y, matizan fuentes de la energética, con los delegados sindicales despachó incluso un rato antes y representantes de la empresa lo han vuelto a hacer desde entonces.
La información que Naturgy les transmitió fue exactamente la misma que se hizo pública, añaden, porque es toda la que pueden dar de un proyecto que justo echa a andar y que está por desarrollar. Por ese motivo su aprobación no irá a la junta del 15 de marzo. Previsiblemente, los accionistas le darán el visto bueno en una junta extraordinaria después del verano.
Los representantes de los sindicatos CCOO, UGT, USO y SIE, los que están en el comité de empresa, han pedido más información, sobre todo en lo que se refiere al impacto en la plantilla. Reynés les aseguró que no lo habría, pero no se fían, por precedentes y porque el hecho de que las dos empresas escindidas inicien caminos distintos abre todas las posibilidades, pues ambas pueden ser opadas y cambiar de manos en un futuro.
También quieren saber qué sociedades del grupo irán a cada una de las empresas, cómo se organizarán, si implicará traslados y subrogación de plantilla y si tendrá otras implicaciones, pues se tratará de dos compañías totalmente independientes en negocios distintos, por lo que no se podrá compatibilizar trabajar en ambas.
Para aclarar todos estos asuntos, las secciones sindicales se reúnen este miércoles con la finalidad de pactar una estrategia conjunta y reclamar nuevas reuniones en las que puedan despejar todas estas incertidumbres. “Hay muchos nervios en la plantilla”, argumentaban fuentes de varios sindicatos a Economía Digital.
Géminis ha llegado en plena negociación del convenio y, de hecho, ha provocado que esta semana no se hayan sentado las dos partes a seguir con las mismas. Se reunieron el miércoles pasado y deberían haberse vuelto a encontrar este miércoles, pero Naturgy la suspendió por motivos de agenda, por lo que los representantes de la plantilla han aprovechado este gap en su agenda para poner en común una estrategia.
Los sindicatos creen que la cancelación tiene que ver con la escisión de la energética pero confían en que se retomen pronto las reuniones, que se venían celebrando semanalmente, e incluso hasta dos veces alguna semana. La compañía desvincula ambos hechos, pues el convenio se negocia desde hace más de año y medio y el proyecto Géminis acaba de arrancar y le queda mucho camino.
El convenio de Naturgy, encallado
Pero con o sin reunión esta semana, el convenio está encallado. Venció en diciembre de 2020, por lo que lleva 13 meses y medio en ultractividad –es decir, que pese a haber superado el periodo, sigue vigente mientras se aprueba uno nuevo–, pro todavía más negociándose, año y medio. Aun así, apenas ha habido avances y ambas partes están muy alejadas.
Las negociaciones del proyecto Lean y del plan de bajas paralizaron las del convenio, pero cuando se ha retomado tampoco se han acercado posturas. Ni siquiera se ha entrado a hablar de salarios, aunque Naturgy ya avisó que sería un convenio de contención salarial, por lo que los sindicatos tampoco tienen prisa.
Los representantes de la plantilla reclaman subidas salariales, aunque no lleguen al IPC. Uno de los sindicatos, SIE, hizo un comunicado este mismo martes en el que las pedía y ponía como ejemplo la subida de sueldo del presidente. Francisco Reynés cobró cerca de 5 millones de euros en 2021, un 9% más que en el año anterior.