La escasez de chips más allá de las fábricas de coches: los proveedores facturan un 13% menos que en 2019
Las exportaciones de piezas para vehículos impulsaron las ventas del sector en 2021, mientras el negocio nacional se estancó
En 2020, se clausuraron las plantas automovilísticas durante tres meses por el covid. En 2021, empezó la crisis por la escasez de semiconductores que ha comportado ertes y paros intermitentes en las principales fábricas. Los últimos tres años han sido una sucesiva cadena de infortunios que no han permitido a la automoción levantar cabeza. Estas crisis no solo han afectado a las principales marcas de vehículos, también a sus proveedores, que facturaron en 2021 un 13% menos que en el año previo a la pandemia.
Así lo apuntan datos de Sernauto, la asociación española de proveedores de automoción, en su último Informe Integrado que cifra los ingresos del sector en el año 2021 en 32.085 millones de euros, frente a los 37.000 millones recaudados en 2019. De estos más de 32.085 millones, unos 12.416 millones de euros provinieron de las ventas nacionales, formadas por más de 7.291 millones recaudados en negocios derivados de la cadena de suministro y unos 5.125 millones restantes procedentes del mercado del recambio.
Sin embargo, la gran mayoría del negocio de los proveedores automovilísticos españoles procedió de las exportaciones en 2021. El sector consiguió remontar las ventas de 2020 el año pasado, pero la principal inyección de económica provino del mercado internacional. En 2021, la crisis de los chips provocó que las principales marcas automovilísticas que fabrican en España convocaran expedientes de regulación temporales de empleo (ERTE) dada la alta fluctuación en la producción generada por la falta de piezas, de modo que sus proveedores se decantaron por explotar el negocio más allá de las fronteras españolas.
Concretamente, y aunque se trata de una problemática mundial; el sector de los equipos y componentes consiguió incrementar las ventas globales un 6,3% gracia a los negocios internacionales. Mientras, el mercado nacional se quedó estancado, aumentando la facturación apenas un 1% entre el año de la pandemia y el de los paros: en 2020 las ventas nacionales llegaron a los 12.303 millones.
En este sentido, las actividades comerciales fuera de las fronteras españolas, que representaron el 61,3% del negocio, se incrementaron un 10% en 2021 respecto al año anterior, lo que reporto una facturación de 19.669 millones de euros. Las compañías españolas del sector tienen unas 460 plantas repartidas por todo el mundo. Los principales mercados para los equipos y componentes españoles fueron la Unión Europea, como bloque, Reino Unido, Estados Unidos, Marruecos, China, México, Turquía, Sudáfrica, Japón y Rusia.
En este sentido, Europa fue el principal destino en 2021 con unas ventas de 13.051 millones de euros, lo que equivale a una cuota de mercado del 66,4% sobre la cifra global. En las primeras posiciones se sitúan Alemania, Francia y Portugal, aunque por su crecimiento respecto a 2019 destacan mercados prioritarios de Europa Central. Estados Unidos afianzó su posición como segundo socio comercial, con un crecimiento del 14,5% interanual, hasta alcanzar unas cifras de exportación de 1.087 millones de euros.
1.164 millones de euros en inversión
Como el resto de la automoción, los fabricantes de componentes también se encuentran inmersos en un proceso de transformación industrial para dar paso al vehículo eléctrico y dejar atrás los carburantes. En este sentido, la patronal asegura que en 2021 el sector aumentó la inversión en I+D+i en un 8,5%. La inversión total de las empresas afiliadas escaló hasta los 1.164 millones de euros, que se destinaron a proyectos de transformación e innovación tecnológica. Esta cifra representa un 3,6% de los ingresos de las empresas y el triple de la media del sector industrial.
Los componentes de un coche y su fabricación aportan el 75% del valor de un vehículo. En España, la industria ocupó de forma directa e indirecta a unas 326.000 personas. En algunas comunidades autónomas, supone más de 10% de empleo del segundo sector.