La empresa de camionetas Inzile negocia instalarse en la fábrica de Nissan en Barcelona
La firma sueca explica que estudia ubicarse en la planta catalana para producir la camioneta eléctrica Pro4 a partir de 2022
La compañía sueca de camionetas Inzile se ofrece para ensamblar sus vehículos en Barcelona. La organización nórdica se ha interesado en la fábrica que Nissan dejará libre el próximo diciembre en la Zona Franca y ya negocia con las administraciones asentarse en la instalación catalana. El objetivo: ensamblar su camioneta eléctrica Pro4 a partir de 2022, cuando está previsto que la automovilística japonesa abandone el centro.
En un comunicado emitido la pasada semana, la organización sueca admitió la existencia de “negociaciones” para establecerse en la capital catalana para poder “entregar vehículos en el sur de Europa”. Sin embargo, no es la única opción que la firma tiene sobre la mesa: “Inzile busca continuamente posibles ubicaciones de producción en el extranjero”.
Parece que la opción barcelonesa tiene fuerza debido al interés de la marca por expandirse en el sur de Europa. “Se ganaría una gran capacidad para fabricar coches con una mano de obra muy cualificada”, añadió. Además, la empresa valora “la importante red de subcontratas establecidas” alrededor de la instalación portuaria.
Inzile ya presentó el proyecto de la mano de un socio español a las autoridades españolas, catalanas y barcelonesas. Según el comunicado emitido, estaría abierta a compartir el espacio con otras firmas en el llamado hub de descarbonización en el que trabajan las administraciones.
El vehículo producido sería la camioneta Pro4, un automóvil eléctrico pensado para entornos urbanos. «Esperamos que la demanda crezca rápidamente en los próximos años», dijo la compañía. Inzile trabaja para inmobiliarias, empresas de transporte, ayuntamientos y administraciones de parques.
Las tres opciones para Nissan Barcelona
Más allá de Inzile, de entre los nombres que saltaron a la esfera pública para ocupar las instalaciones de Nissan destacan LG Chem y Schneider Electric, fabricantes de baterías, o el productor de motos eléctricas Silence.
El aterrizaje de una planta de baterías es la opción preferida de la administración. Los dispositivos producidos en Barcelona servirían para nutrir a la automoción española, inmersa en una reconstrucción ante la llegada del coche eléctrico.
La administración también negocia con fabricantes de coches asiáticos para que se instalen en la fábrica
Pero el desembarco de una empresa de baterías no es la única hipótesis de cara a la reindustrialización de la Zona Franca. El presidente de la patronal Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, avanzó hace unos meses la posibilidad de que un fabricante de automóviles asiático se instalase en la zona.
El tercer escenario contempla la creación de un hub de electromovilidad. Como explicó Economía Digital, el fabricante catalán de motos eléctricas Silence tiene entre manos un proyecto para lanzar un nuevo vehículo en la antigua planta de Nissan. Al no tener capacidad para ocupar la totalidad del espacio, otras firmas del sector ocuparían el resto de dependencias.