La dirección de Inoxcrom apuesta por el negocio y un máximo de 91 trabajadores

Inoxcrom está a un paso de convertirse en una sociedad sólo con actividad comercial y con la producción externalizada. Así lo defienden los miembros del comité de empresa, quienes han solicitado al magistrado Raúl García Orejuda, titular del Juzgado Mercantil número 7 de Barcelona, que el concurso de acreedores sea necesario y que los administradores actuales asuman sus responsabilidades.

La cúpula de la compañía ve poco probable el cambio de tercio. De hecho, Sebastiá Clotet y Joan Marroquin han hecho público que presentarán una oferta con un tercer inversor particular para quedarse con el negocio –“un mínimo de 83 trabajadores y un máximo de 91”– y continuar fabricando bolígrafos, tal y como ha explicado el segundo a Economía Digital. Apuestan por quedarse en la factoría en régimen de alquiler, ya que los terrenos de Sant Andreu son el activo más estratégico del grupo. La última tasación los valora en 17 millones de euros.

Los sindicalistas lamentan la pérdida de 134 empleos con esta propuesta y defienden que “la empresa tiene futuro”, en palabras del presidente del comité, Jordi Villanueva (CCOO). “Con la plantilla actual no podemos dar respuesta a los pedidos”, añade. En Inoxcrom Barcelona trabajan 215 personas, en Madrid tienen una delegación con 12 empleados y las filiales internacionales ocupan a otras 20 personas. El grupo está presente en Francia, Italia, Alemania y el Reino Unido.

Plan de liquidación

La compañía presentó el concurso voluntario de acreedores el 5 de octubre de 2009. Desde entonces, Clotet y Marroquin intentaron aprobar sin éxito el convenio con los acreedores. A finales de marzo se abrió el proceso de liquidación y la administración concursal tiene hasta el 24 de abril para presentar el plan de cierre.

Los directivos de Inoxcrom no han definido cuándo presentarán la oferta. La presentación de plicas se abrirá cuando el juez tenga el plan de liquidación de la administración concursal.