La derrota de Novartis abre la puerta a anticancerígenos más baratos
La sentencia de la India contra una patente de Novartis permite a los laboratorios genéricos comprar el medicamento en ese país
El gigante farmacéutico Novartis ha sido vencido en un tribunal de la India en su pulso contra los laboratorios de genéricos de ese país por la producción del anticancerígeno Glivec. Los magistrados le denegaron la patente oncológica que querían obtener por “falta de innovación”. Casi una semana después de conocerse la sentencia, el sector farmacéutico europeo está a la espera de los efectos secundarios que acarrea.
Las compañías no abren la boca y mantienen una posición muy prudente respecto al posible escenario futuro que se abre tras esta decisión. Desde la asociación europea de genéricos, European Generic Medicines Association (EGA), declinan hacer ninguna valoración pública sobre la resolución de los magistrados indios, igual que la multinacional suiza. Novartis se remite al comunicado de prensa del lunes pasado.
Tratamientos actuales
Todas las fuentes del sector consultadas por Economía Digital coinciden en una valoración: abre la puerta a que los tratamientos complejos, como los del cáncer, se realicen con medicamentos genéricos.
En España, los diferentes tipos de cáncer se tratan siempre con medicamentos de marcas reconocidas y que tienen la fórmula patentada, afirman los mismos interlocutores. En los últimos tiempos, incluso se ha abierto el debate de los tratamientos personalizados según las características genéticas de cada paciente para que sean más eficientes.
Riesgo compartido
El mundo de la oncología es uno de los más cerrados y poco transparentes, explican las mismas fuentes. Se realizan muchos análisis clínicos y se prueban nuevas moléculas en los que los productores de genéricos tienen una presencia muy tímida. En el nuevo contexto de contención del gasto público, se ha apostado por el riesgo compartido el sistema sanitario y los laboratorios. Sólo cobran si la molécula da los resultados esperados, por lo que hay más prudencia antes de introducir nuevos fármacos.
El caso Glivec abre “uno de los debates más viejos del sector, el de investigación versus uso”, afirma el directivo de un hospital de Barcelona que quiere mantener el anonimato. Existen voces que aseguran que una guerra de precios podría dinamitar la investigación por la amenaza de la reducción de beneficios futuros.
La resolución del litigio de Novartis significa que los productores de genéricos de la India (una industria muy importante en el país asiático) puede comercializar sin problemas por 156 euros este fármaco que se usa en los tratamientos contra un tipo de leucemia. La multinacional suiza vende su compuesto por unos 2.000 euros.
Sentencia administrativa
“Estamos ante una sentencia administrativa, no en un pleito contra patentes”, destacan fuentes jurídicas a este medio. Novartis no ha conseguido la ansiada nueva patente, pero tampoco ha perdido ninguna de las que ya tiene en su poder. Incluso las de Glivec en casi 40 países, entre ellos Rusia o China. Eso sí, permite a los laboratorios comprar este anticancerígeno en la India para comercializarlo en España.
«Si la producción se hace en el país asiático no incurrirían en ningún delito», añaden
Menos gasto
Con todo, sería una opción interesante para el sistema sanitario público español. Para contener el gasto público, las administraciones (central y de las comunidades autónomas) intentan contener los crecimientos de la factura farmacéutica. Se ha apostado por la exclusión de fármacos y el copago sanitario, pero también por la liberalización y la entrada de genéricos.
La mayor competencia ya ha provocado la rebaja de precios de ciertos fármacos. La sentencia de la India ha sido bien recibida por parte de los gestores del sistema sanitario, ya que ven como ayuda a «abrir el mercado y romper monopolios». Aunque ha encendido la alarma de las grandes corporaciones farmacéuticas, quienes sustentan buena parte de la innovación.
Por el momento, los laboratorios de genéricos no han movido ficha.